La CGT disidente, que lidera el camionero Hugo Moyano, le pidió ayer al presidente Eduardo Duhalde que convoque al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil y el reintegro del 13 por ciento a los jubilados. La central obrera comprometió su "apoyo" al gobierno si éste "acierta con las medidas" para sacar al país de la crisis y concreta un cambio de modelo, privilegiando la producción y el trabajo. Duhalde se reunió durante más de dos horas con Moyano y otros dirigentes de la CGT disidente en la Casa Rosada y, según contó el camionero, les confió que sufre "presiones de los grupos económicos y financieros", pero también les ratificó su intención de priorizar "el trabajo y la producción". El gremialista dijo que encontró a Duhalde con la suficiente "firmeza" para enfrentar esa embestida y acusó directamente a las empresas privatizadas "que presionan y atacan al gobierno y al anterior". También culpó a estos sectores de haber montado una "campaña" en su contra a raíz de su rechazo al modelo económico que imperó en el país en la última década. Moyano afirmó que los "ataques" sobre su persona "son un invento de los grupos económicos" y se enojó con los periodistas que lo interrogaron sobre el desprestigio dirigencial, del que no es ajeno el sindicalismo, y por su evolución patrimonial durante los últimos años. "Si no les gusta mi cara, o la forma en que me dirijo, es una cosa. Pero no busquen otro tipo de cosas", se quejó el camionero. Además, negó que el gremialismo haya perdido poder de convocatoria y rechazó las versiones que señalaban que había tenido que pedir custodia especial para andar por la calle. "Si alguien me quiere patotear, lo puede hacer en cualquier momento. Si yo me quiero agarrar a trompadas, me agarraré a trompadas", bramó Moyano, quien desmintió la posesión de campos en La Pampa y una quinta en Escobar y aseguró que la evolución de sus bienes "es la que corresponde a una persona que trabajó toda su vida". Pero no dio detalles. Consultado sobre por qué no hacía pública su declaración jurada, respondió: "Yo no soy funcionario. Si debo rendir cuentas, lo haré ante los camioneros". Por último, ensayó una suerte de disculpa por su reacción: "No quise ofender a nadie, yo soy así y no lo podemos cambiar. No me puedo poner ojos celestes y cabello rubio. Así me hicieron mi vieja y mi viejo".
| Duhalde se reunió ayer con el líder de la CGT disidente. | | Ampliar Foto | | |
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