Miles de desocupados de distintos barrios carenciados peregrinaron ayer por reparticiones públicas con el objetivo de conseguir planes de empleo o al menos bolsones de alimentos. La respuesta de los funcionarios fue la misma que se viene repitiendo de un tiempo a esta parte: "No hay novedades desde la Nación". En la Dirección Municipal de Empleo los desocupados tomaron por unas horas las instalaciones, hasta que la titular del área, Susana Bartolomé, salió a calmar los ánimos. En tanto, dirigentes de la Federación Tierra y Vivienda de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) recibieron el compromiso por parte de las autoridades de Promoción Comunitaria provincial y Promoción Social municipal de garantizar la entrega de ayuda alimentaria durante la semana para cuatro ollas populares.
El disparador de las nuevas y fallidas esperanzas de los desocupados fue la promesa de 25 mil subsidios para jefes de familia de la provincia hecha la semana pasada por la Secretaría de Trabajo de la Nación. Esto fue suficiente para que centenares de personas poblaran la oficina de Empleo de avenida Belgrano al 600 desde primeras horas de ayer. La cola estaba integrada por personas de todas las edades y se volvió a destacar la alta cantidad de jóvenes de ambos sexos de clase media.
Alrededor de las 8 una asamblea espontánea reclamó respuestas inmediatas en lo que fue quizá uno de los momentos más tensos de la jornada. "Esta oficina queda tomada hasta que (Hermes) Binner venga aquí en persona a darnos explicaciones", dijo un hombre desdentado, que aseguró que desde 1999 figura en la base de datos y jamás lo llamaron a trabajar.
"No podemos hacer nada"
La funcionaria Bartolomé salió a poner la cara con la mayor sinceridad posible: "No estoy dispuesta a mentirles. Pero sólo podemos anotarlos en un registro que constata su condición de desocupados. Sobre lo demás, hasta que la Nación nos diga cómo instrumentar los planes o subsidios, no podemos hacer nada".
En diálogo con La Capital, Bartolomé dijo que muchos se anotan en la base de datos más de una vez a la semana, cargados por la desesperación de la falta de empleo. "Ahora tomamos la decisión de atender un tope de 300 personas por día, pero no podemos cerrarles las puertas. Esta oficina funciona también como un modo de contención de la gente desocupada", consideró.
La única noticia buena del día fue que se confirmó desde la Nación que los planes Trabajar de diciembre se prorrogarán por 30 días. "Lo triste es que el plan llega cuando enero ya se está yendo", dijo Bartolomé.
Otro frente de tormenta se dio en la Secretaría de Promoción Comunitaria. Hasta allí llegó una columna con vecinos de barrios Ludueña, Esperanza, 7 de Septiembre, Cerámica, Campbell y Toba, entre otros, conducidos por un grupo de dirigentes de la CTA. La concentración partió de plaza Sarmiento y se detuvo en las oficinas provinciales de Sarmiento y Mendoza, donde un grupo de gremialistas se entrevistó con el secretario de Acción Social, Eduardo Luzzi. El funcionario se comprometió a darles ayuda alimentaria para que en el curso de la semana se hagan cuatro ollas populares en los barrios Esperanza, Emaús, Cerámica y Empalme Graneros.
Siempre pacíficamente, cerca de un millar de personas se movilizaron después hasta Promoción Social municipal, en Santa Fe al 500. Con pancartas reclamando trabajo, la marcha se caracterizó por la alta presencia de jefas de familia, incluso muchas de ellas cargando a sus bebés. El calor reinante del mediodía llevó a muchos a empaparse en la fuente del pasaje Juramento y a distenderse un poco de la larga jornada.
Finalmente el titular de Promoción Social, Miguel Zamarini, prometió mantener contacto con los dirigentes barriales y aumentar la ayuda alimentaria ni bien lleguen los refuerzos desde la Nación.
La Ciudad
