El gobierno nacional anticipó ayer que la inflación del primer mes del año "no va a superar" el dos por ciento. Un dato que los funcionarios del Ministerio de Economía buscaron presentar como un "triunfo", intentando despejar del horizonte cercano el fantasma hiperinflacionario luego la salida traumática de la convertibilidad.
Si bien la suba del dos por ciento del costo de vida fue presentado como una cifra alentadora de cara a la evolución de los precios en los próximos meses, lo cierto es que la presión inflacionaria no fue producto de un recalentamiento de la economía sino que se dio en la peor de la depresiones que vivió la Argentina en su historia.
Aun así, las dudas sobre la evolución de la inflación seguirán manteniendo en vilo a los hombres del Palacio de Hacienda, ya que el proyecto de presupuesto 2002 contempla una suba del 11 por ciento para todo el año, con lo cual en los próximos 11 meses el índice de precios debería crecer sólo un nueve por ciento.
Un porcentaje que será difícil de sostener si se tiene en cuenta que la variable inflacionaria prevista en el presupuesto está atada a que la economía retroceda sólo un 2,6 por ciento y el dólar oficial no se mueva de 1,40 peso. Además, la afectación de los precios tiene una implicancia directa sobre el nivel de recaudación, que en principio podría acrecentarse por el efecto precio, pero que tendría como contrapartida una contracción mayor de la economía por el retroceso del poder adquisitivo de la gente.
Con todo, el presidente Eduardo Duhalde en su programa inaugural en Radio Nacional, dio a conocer el dato que maneja el equipo del ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, para el mes de enero. La inflación del primer mes del año "no va a superar" el dos por ciento. Y reconoció: "Teníamos mucho miedo. Cuando fijamos en 1,40 peso el cambio del dólar mucha gente decía que se venía la hiperinflación, pero ya estamos llegando al mes de este cambio y la inflación no va a superar el 2 por ciento".
Duhalde sostuvo que este comportamiento de los precios "es un triunfo de la gente, porque todo este programa requiere un equilibrio y que no se nos vayan los precios al demonio".
De esta manera, el presidente comienza a tallar el terreno donde deberá enfrentar al fuerte lobby de empresas privatizadas y concesionarias para rediscutir los contratos a partir de febrero con la finalidad de evitar un aumento tarifario que genere la repulsa colectiva.
Por lo pronto, Duhalde anunció ayer que en los "próximos días" presentará su plan económico (ver página 3).
EEUU quiere saber
El embajador argentino en Estados Unidos, Guillermo González, confirmó ayer que el Secretario del Tesoro norteamericano, Paul O'Neill, pidió entrevistarse con el canciller Carlos Ruckauf durante su viaje a Washington, hacia donde partirá mañana y permanecerá hasta el martes.
"En 36 horas, el canciller Ruckauf tendrá reuniones de suma trascendencia con cuatro de los ministros más importantes del gabinete" estadounidense, que preside George W. Bush, aseguró el diplomático argentino.
De esa manera, el embajador confirmó que Ruckauf mantendrá entrevistas, además de con O'Neill, con su colega norteamericano, Colin Powell; con la responsable del área de Seguridad, Condoleeza Rice, y con el representante Comercial, Robert Zoellick.
"Ayer recibimos una solicitud del Secretario del Tesoro para aprovechar la oportunidad de la presencia del canciller Ruckauf en Washington a fin de conversar con él", señaló. Para el diplomático argentino, quien se desempeña en el cargo desde la gestión de Fernando de la Rúa, "evidentemente estas conversaciones tienen una gran significación política y demuestran el interés y la expectativa" en la Argentina.
El pedido del número uno del Tesoro tendrá como principal objetivo obtener garantías de que el Plan Duhalde no contendrá políticas proteccionistas ni que se toquen los intereses estadounidenses en el territorio argentino. La reunión también le servirá a O'Neill para presionar al ministro de Economía Remes Lenicov de cara a la renegociación de los contratos con las empresas y el trato hacia la banca extranjera.