Año CXXXV
 Nº 49.372
Rosario,
domingo  27 de
enero de 2002
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Falleció un estudiante baleado por error
Le habían disparado un tiro en la cabeza al confundirlo con otra persona. La familia decidió donar sus órganos

Santa Fe.- Un joven estudiante que el pasado jueves fue baleado por error en un confuso episodio ocurrido en el barrio Villa Hipódormo falleció el mediodía de ayer en el hospital. Tras el deceso, sus padres autorizaron la ablación de sus órganos., que fueron trasladados a distintos hospitales del país por medio de aviones sanitarios que partieron desde el aeropuerto de Sauce Viejo.
Aníbal Roberto Biekler, de 18 años, resultó herido en la medianoche del jueves pasado en barrio Villa Hipódromo, una de las zonas consideradas peligrosas, ubicada en el extremo noroeste de la capital santafesina.
De acuerdo a la información policial, Aníbal paseaba con su novia de 15 años cuando se le acercó un un joven, identificado como el Chino Rojas quien casi sin mediar palabra le asestó un culatazo en la cabeza y le disparó con su arma por la espalda cuando el joven malherido intentaba huir.
De acuerdo a la investigación, Rojas confundió a la víctima con otra persona a la que buscaba por un presunto ajuste de cuentas.
Mientras el agresor se perdía en los pasillos de la villa miseria que se levanta en el lugar y con el apoyo de varios cómplices, la policía - que arribó alertada por algunos vecinos- intentó auxiliar a Biekler, quien estaba caído y sangrando. Los uniformados fueron recibidos con piedrazos y disparos.
El joven herido fue trasladado al hospital José María Cullen, donde ingresó en estado desesperante y falleció pasado el mediodía de ayer.
De acuerdo a fuentes policiales, el acusado de ser el autor del disparo cuenta con antecedentes penales y había recuperado la libertad el 25 de diciembre pasado.
El padre de Aníbal _que este año terminaba la carrera de Técnico en Coputación_ dijo sentir "indignación y odio" por la situación que vivió.
Tras la muerte, los padres de Aníbal consintieron la donación de los órganos de su hijo. Ambos consideraron que más alla de la dolorosa pérdida de su hijo, les resulta un verdadero consuelo "saber que el corazón bueno que tenía Aníbal seguirá latiendo en otro pecho".


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