Jerusalén. - El grupo Brigada de Mártires de Al Aqsa, formación armada irregular del partido Al Fatah del presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, proclamó su responsabilidad en el atentado ocurrido ayer en Jerusalén, que dejó un saldo de 30 civiles heridos, varios de ellos de gravedad. El atacante solitario fue abatido por las fuerzas israelíes. Israel prometió represalias por el nuevo ataque a su población civil. El atentado de Jerusalén se sumó a la declaración de otro grupo palestino, Hamas, quien aseguró que está desde ayer en "guerra total" con Israel, después que soldados del Estado judío mataran a cuatro de sus militantes en Nablús, acusados de fabricar bombas y ser responsables de tres graves atentados el año pasado, en los que murieron 50 israelíes. De esta forma, el conflicto palestino-israelí escaló ayer otro grado en su imprevisible espiral de violencia.
El atentado en Jerusalén fue sin dudas el centro de la nueva jornada de violencia. "Esto es en respuesta a todos los ataques y asesinatos israelíes", aseguró a Reuters por teléfono un hombre que no se identificó. La voz anónima identificó al hombre que abrió fuego y que luego fue muerto por la policía como Said Ramadan, un palestino de de 24 años de la localidad cisjordana de Til y perteneciente a las Brigadas de Mártires de Al Aqsa.
El palestino abrió fuego en el sector judío de Jerusalén occidental, hiriendo al menos a 30 personas antes de que la policía lo abatiera. Los policías que patrullaban por el centro de la ciudad detectaron rápidamente al terrorista cuando éste abrió fuego frente a una parada de autobús, explicó el jefe de la policía de Jerusalén, Micky Levy. Según Levy, el atacante no logró recargar sus armas e intentó escapar, pero los agentes lo persiguieron durante unos 15 metros y lo abatieron a tiros.
El ataque tuvo lugar en la calle Jaffa, cerca de un complejo de negocios que ha sido blanco de atentados suicidas en el pasado.
El balance de heridos, inicialmente estimado entre 15 y 20, subiría hasta más tarde a 30.
Israel dijo que responderá al atentado en Jerusalén. "Israel responderá de forma adecuada, de una manera que elimine esta amenaza constante al pueblo de Israel", advirtió Dore Gold, asesor del primer ministro Ariel Sharon. Gold dijo que no se había tomado aún una decisión y que todavía no habían convocado a una reunión de gabinete para determinar la respuesta.
Hamas: será "guerra total"
El grupo Brigada de Mártires de Al Aqsa, nacido en estos 15 meses Intifada en el partido Al Fatah de Arafat, se adjudicó también la responsabilidad de un atentado similar al de ayer el jueves de la semana pasada en un banquete en el que un pistolero palestino mató a seis israelíes e hirió a 33.
El anuncio de "guerra total" por parte de Hamas se produjo después de que soldados israelíes ultimaran a primera hora en Nablús, Cisjordania, a cuatro miembros de esa agrupación extremista islámica.
En un panfleto distribuido en Cisjordania, Hamas afirmó que se vengaría de Israel por este "terrible crimen" e indicó que esta última acción israelí abría "las puertas para una completa guerra palestina en cualquier lugar, con todos los medios, contra las bandas sionistas".
Soldados israelíes irrumpieron en la mañana de ayer en una casa que era empleada como fábrica de bombas cerca de Nablús, explicó un portavoz militar israelí. Los cuatro palestinos fallecieron durante el intercambio de disparos registrado durante la operación, en la que también resultaron heridos leves cuatro soldados de una unidad de élite israelí.
La acción tuvo lugar mientras las tropas israelíes completaban su retirada de Tulkarem, al norte de Nablús, tras ocupar durante 30 horas esta ciudad palestina y detener a unos 50 presuntos extremistas. Otros nueve palestinos fueron arrestados en Nablús.
Según el ejército, dos de los cuatro muertos, Yassir Samaro y Nassim Abu Ros, eran expertos en la fabricación de bombas. Habrían preparado los explosivos de los atentados de Tel Aviv, Jerusalén y Haifa del año pasado, en los que murieron casi 50 israelíes. Estaban en una lista de hombres más buscados por Israel. Los palestinos se habían negado hasta la fecha a entregarlos. (Reuters y DPA)