Efemérides rosarinas

De 1976: murió Erminio Blotta
Rosario perdió a uno de las figuras ineludibles de su arte escultórico. Erminio Blotta falleció a los 84 años de edad tras una larga enfermedad que no le impidió seguir trabajando hasta sus últimos días, en la mayor austeridad, porque su único ingreso era una mínima pensión municipal. Gustaba evocar su origen humilde, su autodidacta despertar en la belleza, las militancias juveniles, la revista "Bohemia" y sus triunfos ganados a la indolencia. En 1917 emplazó con sus propias manos, en el parque Independencia, el busto a Beethoven, que fue el primer monumento público al ilustre músico erigido en una ciudad latina y el segundo en el mundo, luego del existente en Viena. Hizo lo propio con el busto de Alberdi, en el barrio homónimo, y con el de Almafuerte. En parques y plazas, en escuelas y en bibliotecas, incluso en placas conmemorativas fijadas en las calles, y hasta en la residencia presidencial de Olivos (el busto a Roque Sáenz Peña), se aprecia la fecundidad de Blotta. Retrató a San Martín, Belgrano, Moreno, Brown, Güemes, Rivadavia, Estrada, Urquiza, Dante, Tolstoi, Zola, Pérez Galdós, Rosalía Castro, José Hernández, Ramón y Cajal, Pizurno, de la Torre, Morse, Kennedy, Ovidio Lagos, Marcos Lenzoni, Domingo Fontanarrosa, el maestro Mazza, Juan Alvarez y Artemio Zeno. Había nacido el 11 de noviembre de 1892. Sus restos descansan en el cementerio El Salvador.

De 1933: la Convención Municipal
Bajo la presidencia del doctor Faustino Infante inició sus sesiones la convención que se reunió para dictar la nueva Carta Orgánica de la Municipalidad de Rosario, un audaz ensayo de autonomía municipal, sin antecedentes en la historia nacional, efectuada en cumplimiento de la Constitución provincial de 1921, reinstaurada en noviembre de 1931 por el Partido Demócrata Progresista. Se presentaron doce proyectos y se impuso el oficialista, que fue en definitiva sancionado el 28 de agosto de 1933.

De 1888: tablillas y carteles de numeración y nomenclatura
La intendencia aceptó la propuesta de Ernesto Escalante y Ca. sobre numeración de edificios y nomenclaturas de calles y plazas públicas de la ciudad. Las placas debían ser de hierro esmaltado, y fijó en seis centímetros de alto el tamaño de las letras minúsculas del nombre de las calles, y en setenta y cinco milímetros el de las cifras de la numeración. Además se resolvió que en cada manzana se colocarían, en cuatro de sus esquinas, otras chapas de nomenclatura correspondiente al nombre de las calles.

El escultor Erminio Blotta falleció a los 84 años.