Año CXXXV
 Nº 49.368
Rosario,
miércoles  23 de
enero de 2002
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cartas
A Cristina Canillas

Le agradezco los conceptos de su carta, aunque el motivo de la presente es responder a su preocupación sobre la Caja de Jubilaciones Municipal. El debate sobre la Caja se realizó en el seno del Honorable Concejo Municipal durante el año 1995, y el 30 de noviembre de dicho año se sancionó la ordenanza número 6116 que, entre otros temas, estableció aportes complementarios para los trabajadores, jubilados y la propia Municipalidad (en este caso de un 7,8%) a fin de sanear la Caja Municipal. Vale señalar que la causa del déficit crónico de la Caja se debía a que solamente el 8,19% y el 22,47% había alcanzado los 30-35 años de aportes. A los diez días de sancionada dicha ordenanza (10 de diciembre de 1995), asumimos la intendencia con la pesada herencia que significaba la desfinanciación de la Caja. Todavía rondaba la idea de transferirla a la Nación, como así de abandonar el sistema de reparto. Lo real es que la Municipalidad debió aportar -además del adicional del 7,8% mencionado- $12.000.000 desde 1996 para que los jubilados y pensionados cobraran sus haberes. La predisposición de trabajadores, jubilados y de la propia Municipalidad a través del cumplimiento estricto que se hizo de la ordenanza citada, y la Municipalidad haciéndose cargo del déficit mientras existió, permitieron recuperar la Caja Municipal. Hoy el objetivo está cumplido; la Caja no sólo está saneada, sino que tuvo superávit durante los ejercicios 2000 y 2001, y la tendencia será igualmente positiva para el futuro. La Caja brinda normalmente todos los servicios que comprenden sus diferentes áreas: pago de jubilaciones y pensiones, subsidios, seguros y créditos al personal por la totalidad de los montos que se solicitan. Los fondos correspondientes, en virtud de las ordenanzas respectivas, forman parte del Fondo Unificado, que es administrado por la Municipalidad, sin desatender, como se dijo, ninguna de las prestaciones a cargo de la Caja. Si pensamos en sumas y restas, la Municipalidad, con criterio de solidaridad, es quien brindó el mayor aporte. Si pensamos en el personal municipal, que accede con todo derecho a su jubilación y demás servicios a cargo de la Caja, es un acto de justicia y un digno reconocimiento a tantos años de labor.


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