Representantes de la pequeña y mediana empresa y desocupados se unieron ayer por primera vez frente a la Casa Gris para hacer oír sus reclamos ante la grave crisis que los afecta. Si bien las demandas fueron sustancialmente diferentes, tuvieron un denominador común: el sistema económico, que ahoga a gran parte de los sectores sociales del país. Además, prometieron que, en caso de no ser escuchados, escracharán las viviendas de los diputados nacionales que residen en Santa Fe.
La movilización fue convocada por la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios bajo la consigna "Apyme dice basta". Sus integrantes se concentraron en La Rioja y San Jerónimo, donde se encuentran varias entidades bancarias privadas a las que se les asignó una fuerte custodia policial. No obstante, en ningún momento se produjeron desbordes.
Antes de partir rumbo a la Gobernación, los comerciantes entonaron el Himno Nacional y enarbolaron banderas argentinas. Luego, la manifestación tomó por la peatonal San Martín, continuando hacia el sur hasta desembocar en la Plaza de Mayo.
Los participantes expresaron su rechazo a las medidas económicas y al corralito, al tiempo que colocaron fajas con la leyenda "Clausurado por estafa" y tiraron huevazos contra el frente de distintos bancos. También hubo insultos contra los políticos, tanto nacionales como provinciales. Muchos comerciantes cerraron sus negocios y se sumaron a la protesta. Otros aplaudieron y expresaron su adhesión a viva voz, pero no se agregaron a la multitud.
La columna que llegó a Casa de Gris superaba las 400 personas. De inmediato se agregó un número similar de desocupados que reclamaban la continuidad de los planes Trabajar y el pago de tareas realizadas. Los Tribunales tampoco se salvaron de los huevazos. Y se detonaron bombas de estruendo, se batieron palmas y se golpearon muchísimas cacerolas.
Además, los manifestantes quemaron unas pocas cubiertas, aunque el fuego fue rápidamente extinguido por los bomberos. En tanto, frente a la Gobernación, donde permanentemente se levanta un vallado, fueron evidentes los refuerzos policiales.
Mario Galizzi, vicepresidente de Apyme, reclamó urgentes medidas para que en un plazo no menor de seis meses se permita a la empresas ponerse de acuerdo con sus proveedores a fin de "frenar los remates y los convocatorias y reorganizar las deudas". De lo contrario, pronosticó, habrá un cierre masivo de comercios. "En pocas semanas Santa Fe se encontrará con nuevos desempleados", enfatizó a La Capital.
Galizzi aseveró que, a juicio de las pymes, "el sector financiero debe devolver la plata que le robó a los argentinos y merece una sanción legal y real que posibilite que mucha gente vaya presa". Asimismo, sostuvo que "los políticos estuvieron ausentes todo estos años y, tanto peronistas como radicales, avalaron estas medidas económicas".
Por último, manifestó que, aunque "el gobierno actual tiene buenas intenciones, no evidencia celeridad en la aplicación de las medidas que las pymes necesitan".
El petitorio con las reivindicaciones del sector le fue entregado por el presidente de Apyme, Enrique Fridman, al secretario general de la Gobernación, Domingo Alfredo Esquivel, dado que Carlos Reutemann se encontraba a esa hora en Rosario.
Hubo reclamos a los legisladores nacionales que viven en Santa Fe "para que se encarguen de hacer lobby por estas medidas, porque ellos dicen una cosa pero, cuando llegan a Buenos Aires, hacen otra".
Otro dirigente de Apyme, Daniel Vidal, aclaró que la entidad prosigue en estado de asamblea permanente y en emergencia, anticipando la posibilidad de adoptar nuevas medidas para los próximos días, entre ellas la realización de escraches en las viviendas de los políticos que residen en la capital provincial.
Galizzi fue más específico: dijo que al primer domicilio al que concurrirían es el del diputado Julio Gutiérrez (PJ). "Tiene un cargo muy importante a nivel nacional", explicó el dirigente, quien resaltó que Apyme le pedirá al legislador su intermediación para lograr las medidas reclamadas. De todos modos, advirtió que también se marchará a las viviendas de los restantes diputados.
Simultáneamente a la concentración de los comerciantes, se cumplió una nueva concentración de desocupados frente a la Casa Gris. La anterior se había registrado el viernes pasado, oportunidad en la que una delegación fue recibida por el secretario de Trabajo, Oscar Ercoli, mientras el gobernador ofrecía una conferencia de prensa.
Previamente, los desempleados marcharon por el centro de Santa Fe. Cuando llegaron a la avenida 27 de Febrero, lindante con el puerto, cortaron el tránsito. Luego se dirigieron hacia la Legislatura, tras lo cual se sumaron a la protesta de Apyme.
Los piqueteros reclamaron al gobierno provincial una mayor definición sobre nuevos programas laborales y sociales, además de bolsones con alimentos y el pago de los planes Trabajar.
Otra vez a las calles
En tanto, representantes del agro, la industria, el comercio y los servicios de la ciudad de Santa Fe ofrecieron una conferencia de prensa para dar detalles de una segunda marcha hacia la Gobernación prevista para hoy.
Los reclamos de estas entidades son prácticamente similares a los planteados por Apyme. El titular de la Federación de Centros Comerciales de la provincia, Jorge Sobrero, puntualizó que en caso de ingresar a un nuevo esquema productivo, "Santa Fe debe hacer el primer lanzamiento". Además, exigió una reforma integral de los tres poderes del Estado y otra concerniente a la estructura y funcionamiento de la Empresa Provincial de la Energía (EPE).
La convocatoria promete ser masiva: se movilizarán camiones, colectivos, taxis y tractores, muchos de los cuales llegarán desde distintos puntos de la provincia.
La concentración inicial se realizará en el cruce del bulevar Gálvez y Urquiza. Luego se marchará hasta la avenida General López, en el sur, y en la Gobernación se entregará un documento dirigido a Reutemann, a quien se le pedirá su acompañamiento al reclamo del sector productivo.
Sobrero confirmó la adhesión de comerciantes, industriales, hoteleros, gastronómicos y de la Asociación Empresaria de Rosario, entre otros. La Cámara Inmobiliaria de Santa Fe (Cisfe) convocó a firmas del rubro, constructoras, escribanías, arquitectos, ingenieros, propietarios, inquilinos e inversores a sumarse a la marcha. E instó a los adherentes a cerrar sus negocios y descolgar los teléfonos a partir de las 10.
La Ciudad
