El corralito, la bomba de tiempo temida por el presidente Eduardo Duhalde, está a punto de estallar. Una masiva protesta organizada por entidades empresariales, y comunas del sur santafesino, terminó ayer con bancos, oficinas públicas y empresas de servicios incendiadas en Casilda, con un saldo de 15 heridos y 18 detenidos. Con una violencia de similar magnitud, estatales jujeños arrasaron con el centro de la capital de esa provincia. En Rosario y otras ciudades del interior, hubo cacerolazos en distintas sucursales bancarias.
El Banco Central aportó lo suyo cuando difundió el lunes por la noche la resolución que obligaba a liquidar los créditos que siguen dolarizados al tipo de cambio del dólar libre, que ayer cerró a 1,90 tipo vendedor por la presión compradora de las entidades financieras y empresas vinculadas al comercio exterior. Entre los productores agropecuarios, que ayer protagonizaron la protesta de Casilda, las deudas superan fácilmente el tope de la pesificación. A la noche, luego de una de las peores jornadas que tuvo que atravesar el gobierno, el Banco Central ya había corregido la medida: ahora se podrán pagar las deudas con el dólar oficial. Mientras tanto, el equipo económico siguió analizando la salida del corralito. Pero no habría hoy anuncios oficiales, ya que el presidente Eduardo Duhalde y el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, se tomarán el día para analizar las opciones. Que en realidad son dos, las cuales el gobierno se encargó de difundir oficiosamente: la pesificación de depósitos forzada a voluntaria.
Con la primera, el temor es que la gente reaccione mal frente al incumplimiento de la primera promesa que efectuó Duhalde apenas asumió como presidente. Con cualquiera de las dos alternativas, la duda es si, una vez con los pesos en la mano, los ahorristas saldrán desesperadamente a buscar dólares.
El Central intervino
Ayer, la divisa estadounidense se vendió a 1,90 en las casas de cambio, el mayor precio desde que comenzó a operar el mercado libre. Analistas de mercado señalaron que la presión fue empujada por la necesidad de bancos y empresas dedicadas al comercio exterior que necesitaban liquidar posiciones. Lo cierto es que el Banco Central debió salir a ofertar dólares por una cifra 8,8 millones, para contener la suba.
Remes, en el intento por pilotear la tormenta, invitó a participar de la reunión de gabinete económico a Arminio Fraga, el titular del organismo monetario brasileño, para aprender cómo se maneja una devaluación. Desde el inicio, el gobierno apostó a controlar la situación a través de la creación de un régimen temporario de dos mercados cambiarios. Ese fue el motivo formal de la primera pelea con el Fondo Monetario Internacional, que no ahorró presiones para que el gobierno fijara un sólo dólar.
Paz con el Fondo
Con el corralito, o la gente, a punto de estallar, las primeras señales de distensión llegaron ayer. El presidente Duhalde pidió y agradeció "toda la ayuda" que los organismos internacionales le pudieran brindar, mientras que el jefe del Fondo para Latinoamérica, Claudio Loser, aseguró que esa entidad estaba decidida a respaldar al gobierno. Su jefe Horst Köhler, al final del día, selló la paz: "Es una buena noticia que el tipo de cambio dual sea sólo temporario", dijo.
La armonía con el Fondo Monetario es clave para que el equipo económico consiga un préstamo de entre 15 mil y 20 mil millones de dólares con el cual sostener el sistema financiero y "financiar" la salida del corralito, anque los gastos del presupuesto para este año. La Secretaría de Hacienda está trabajando a full en la iniciativa, que prevé gastos por 38 mil millones de dólares y crecimiento negativo en el primer semestre.
El titular de esa dependencia, Oscar Lamberto, se reunió ayer con los ministros de la Corte Suprema para analizar los recortes del Poder Judicial y los propios descuentos salariales de los hombres de Julio Nazareno, a quienes les tocaría la quita del 13% como a todos los empleados del Estado. La tijera del ajuste también pasará por las transferencias a las provincias, un tema delicado atendiendo a que la pueblada que se registró ayer en el interior santafesino no sólo registra causas en el corralito y en la parálisis de la actividad económica sino en la delicada situación social de la provincia.
Cayó la recaudación
Aunque no hizo declaraciones sobre el casildazo, Reutemann pasó unas cuantas horas analizando con los diputados provinciales justicialistas la delicada situación en los municipios y comunas santafesinos, que deben atender crecientes demandas en un contexto de colapso de sus finanzas públicas. El gobernador les aseguró que iría mandando la coparticipación en la medida en que la Nación se las mande a él. Economía se comprometió a cancelar la deuda de 150 millones de pesos con Lecop, antes de fin de mes.
Por las dudas, Reutemann, que mañana se reunirá con el jefe de Gabinete, encomendó al diputado Jorge Obeid que active un proyecto para coparticipar el impuesto al cheque, en caso de que la Nación cumpla con su promesa de no respetar el piso de transferencias pactados en el compromiso federal. Esos fondos son imprescindibles en momentos en que la recaudación de impuestos provinciales arrojó como resultado una caída del 36,7% en diciembre.