Año CXXXV
 Nº 49.361
Rosario,
miércoles  16 de
enero de 2002
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La crisis. El gobierno dio marcha atrás con una polémica medida
La parálisis del campo, germen de protestas en el interior

El malestar económico y social en las ciudades del interior reconoce, entre sus principales causas, la parálisis del comercio granario, en momentos en que los productores tendrían que estar recibiendo los ingresos de la cosecha de trigo. El corralito financiero y la dificultad para acordar precios luego de la devaluación están frenando hoy el flujo de plata en el sector agropecuario, neutralizando los supuestos beneficios de la flotación cambiaria.
"El campo está parado y confundido". Así resumió la situación del agro un importante productor santafesino que participó ayer de una selecta reunión en Rosario, organizada por las firmas Futurosyopciones.com y Agropuerto. En el edificio inteligente de la Bolsa de Comercio se reunieron una decena de productores, corredores, directivos del Mercado a Término de Rosario, exportadores y analistas del mercado granario. La queja fue unánime: la incertidumbre por la falta de reglas claras para la exportación y la fijación de valores que terminaron por cortar la cadena de pagos. "Lo que está claro es que tomar una decisión da pánico y que además, no se podrá volver a hacer los números una vez al año", indicó un productor.
"Hoy las cotizaciones que se dan son anárquicas", insistió Silvestri, de Barrilli y Asociados, para quien "en el mercado había todo un andamiaje que le daba soporte a la comercialización de la cosecha, que ya no existe". Por ello, consideró "urgente" que se establezcan las reglas de juego.
Hay varios problemas acuciantes. Por un lado, productores y compradores finales deben renegociar los contratos que vencieron el mes pasado y que no fueron pagados por el corralito y la imposición del control de cambios. Hasta ahora, la mayoría se están pagando en pesos uno a uno, pero sujetos (al menos esa es la idea de los productores) a una renegociación que contemple la mejora del tipo de cambio.
Por otro lado, hay incertidumbre sobre el funcionamiento de los mercados a término, que permiten cubrir los precios de la cosecha, en el marco del nuevo régimen cambiario. En tercer lugar, se presenta el problema de cómo pagar los insumos. El gobierno aseguró ayer que el tipo de cambio oficial que regiría sería el oficial, con una cotización de 1,40.
Las Bolsas de Cereales de Buenos Aires, Rosario y Bahía Blanca se reunirán hoy en la Capital Federal para lanzar una ofensiva destinada a que el gobierno tome cartas en el asunto.
Durante la reunión de ayer, Juan Martín Rebollinni, economista especialista en temas agropecuarios, se quejó porque "la devaluación, con corralito bancario y la ley de emergencia que quiebra los contratos establecidos, destruyó el sistema económico, la formación de precios y la base contractual". El economista de Agropuerto.com. "En la medida en que no se defina hacia qué sistema vamos, que se de una devaluación con reglas claras, con desarrollo, certidumbre, desgravación de la actividad productiva, financiamiento y seguridad jurídica, el sector agropecuario no va a despegar", sentenció.
En tanto, una cuota de optimismo se generó en relación a los mercados de futuros, que operan en dólares. Se está estudiando la posibilidad de un decreto para la creación de mecanismo de compensación para el tipo de cambio y la apertura de cuentas en esa misma moneda.


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