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Terminar con la limosna

Es inútil lo que se implementa para saciar el hambre, porque mientras no se abran las fuentes de trabajo este problema no estará solucionado. Hay que terminar con la limosna. Este país se formó con el esfuerzo de italianos y españoles que dejaron su sudor, tiempo y sacrificio sin descanso. Todos se esforzaron por adquirir primero su vivienda, que en más de una ocasión fue edificada y ampliada a medida que sus recursos se lo permitían. No tenían ambiciones desmedidas, se conformaban con tener las cuentas al día. Hay que dejar de conversar, de reuniones y conferencias de prensa. Es lamentable que a nadie se le ocurra que la única solución es poner el hombro todos juntos, terminar con los privilegios. El pueblo reclama justicia, y mientras no se le dé trabajo a la gente, el pueblo no terminará con la furia. Es la hora de tomar al país en serio.
DNI 0.586.634