La Municipalidad llegó a un acuerdo con los vecinos

El basural Gallego III dejará de funcionar en el plazo de un año

Ahora estudian si se emplazará en otro sitio de la ciudad o se avanzará con un relleno metropolitano

Silvina Dezorzi

Tras varios años de conflicto entre la Municipalidad y los vecinos de Puente Gallego, ayer finalmente se llegó a un acuerdo. En un plazo máximo de 12 meses, el polémico relleno sanitario Gallego III dejará de ser utilizado. Para reemplazarlo, la Intendencia estudia ahora dos alternativas: disponer un nuevo sitio dentro del ejido urbano o consensuar con la provincia y otros municipios para poner en marcha un relleno metropolitano. Mientras tanto, con el acuerdo alcanzado la Municipalidad pone punto final a una zaga de reclamos y demandas de los vecinos, que incluso ya marchaban por vía judicial.
El jueves pasado, la comisión de Ecología del Concejo había firmado un acta compromiso con los vecinos de los rellenos sanitarios Gallego I, II y III para "extremar esfuerzos en pos de lograr, mediante los pasos legales de rigor, el cese de funcionamiento" del tercer depósito de residuos. "Pero aún faltaba que el Ejecutivo se comprometiera a respetar el plazo de un año", sostuvo el concejal Pablo Javkin, presidente de la comisión.
El "sí" municipal llegó ayer. "Hace meses que veníamos conversando con los vecinos con la idea de dar un corte definitivo a un problema que llevaba ya muchos años", sostuvo el secretario de Servicios Públicos, Miguel Lifschitz.
La disponibilidad de espacio en el Gallego III permitía a la Municipalidad seguir operando de 18 a 24 meses más, pero el acuerdo apuró los tiempos. "En función de dar por cerrado el conflicto, conformar a los vecinos y buscar una solución a los problemas judiciales, nos comprometimos a tener en funcionamiento otra localización antes de un año", explicó el funcionario. Gracias a eso, las causas judiciales contra la Municipalidad "se cerrarían".
En principio, la Intendencia analiza "distintas alternativas: una dentro del mismo ejido de la ciudad y otra fuera de él, en alguna de las comunas o ciudades del área metropolitana con un relleno también de carácter metropolitano".
Esa segunda opción -"la solución óptima"- es también "la más difícil". Para hacerse realidad, "requiere articular a la provincia y a otros municipios con un esquema institucional complejo". Por ello, Lifschitz adelantó que se empezará a trabajar simultáneamente sobre las dos variantes.
De esa instancia también participará Ecología del Concejo. "La idea ahora es avanzar, por un lado, con el seguimiento y la fiscalización del relleno; por otro, participando del estudio sobre las posibles localizaciones para el nuevo depósito", afirmó Javkin.

Los vecinos fueron la clave para llegar al acuerdo.