El vicepresidente de banca internacional de Scotiabank, Richard Waugh, no descartó ayer que el banco canadiense abandone la Argentina si el gobierno le otorga una compensación adecuada al sector financiero por la devaluación. El ejecutivo señaló al diario "The Globe and Mail" que la entidad perteneciente al Bank of Nova Scotia (que en Argentina opera el ex Banco de Quilmes), está estudiando abandonar el país. La permanencia, dijo, está supeditada a que el gobierno de Eduardo Duhalde ponga en vigencia un sustentable plan económico y otorgue a las entidades financieras una adecuada compensación. "El programa y la compensación financiera debería venir más temprano que tarde para que la subsidiaria de Scotiabank Argentina en la nación", afirmó Waugh, quien agregó que "todas las entidades financieras están evaluando la situación de la mismo manera". "El propósito es trabajar en forma conjunta con el gobierno", puntualizó el ejecutivo, quien especificó que "de esa forma, nos aseguramos que nuestro banco y el sistema financiero sean viables y estables". Lo curioso es que Richard Waugh se reunió, días a tras, con funcionarios del gobierno argentino. El objetivo del encuentro era interiorizarse de las medidas económicos y aportar, al mismo tiempo, ideas para colaborar en la superación de la crisis. El viernes la entidad sacó una solicitada en los principales medios del país. En ella, señalaba su intención de continuar operando en el mercado doméstico y descalificó rumores sobre su retirada. "Es nuestro compromiso participar activamente de un sistema financiero firme y viable que permita a la Argentina retomar la senda del crecimiento", recalcaba en esa solicitada. La presión de los bancos extranjeros para evitar asumir el costo de devolver los depósitos que les confiaron los ahorristas se hizo sentir desde el mismo momento en que el presidente Eduardo Duhalde asumió el poder. La calificadora Standard & Poor's advirtió la semana pasada que las pérdidas del sector financiero por la devaluación, que fue acompañada de una pesificación de créditos, alcanzaría más de 6 mil millones de dólares, lo cual induciría a las entidades extranjeras a acelerar su retirada del país. La crisis argentina puso en problemas incluso a las casas centrales del exterior. Mientras los bancos españoles tuvieron fuertes pérdidas en la Bolsa madrileña, el holding HSBC confirmó que sus acciones descendieron hasta sus mínimos en dos meses. El banco de inversión Morgan Stanley estimó que ese conglomerado podría enfrentar una pérdida de aproximadamente 750 millones de dólares. Por su parte, el banco FleetBoston Financial (BankBoston) retrasará la publicación de sus resultados trimestrales hasta fines de mes pues intentará evaluar el impacto del "efecto tango" en sus utilidades. FleetBoston tiene una cartera de préstamos de aproximadamente 6.000 millones de dólares, además de tenencias de títulos de deuda soberana de Argentina, que el Gobierno ha incumplido. Con el curso de los acontecimientos y la aprobación de la nueva legislación, el impacto sobre le sistema financiero se ha extendido y algunos analistas han estimado que los cargos podrían ascender hasta casi los 600 millones.
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