Año CXXXV
 Nº 49.360
Rosario,
martes  15 de
enero de 2002
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Se reanudó el juicio oral y público
Amia: sólo se presentaron ante el tribunal cinco de los ocho testigos citados
Los relatos expuestos no aportaron datos relevantes

Tras dos semanas de receso, el Tribunal Oral Federal Nº3 reanudó ayer el juicio oral y público contra 15 ex policías bonaerenses y cinco civiles de la llamada conexión local del atentado terrorista a la Amia, se informó en los Tribunales.
Solamente cinco de los ocho testigos convocados se presentaron a declarar ante los jueces Miguel Pons, Gerardo Larrambebere y Guillermo Gordo, que presiden las audiencias en la sede judicial de avenida Comodoro Py 2002.
Entre ellos, Jorge Ferretti contó que en varias oportunidades observó cómo desalojaban la sede de la Amia por haber recibido amenazas.
Indicó que la mañana del atentado estaba en un bar ubicado frente a la sede judía y recibió en la frente un trozo de escombro despedido por la explosión, lo cual hasta hoy le causa problemas en la visión.
El testigo narró ante el tribunal la sacudida generalizada del barrio y el local en que estaba por el estallido de la Amia, pero dijo no haber visto nada extraño en la calle Pasteur 633, así como tampoco en la acera de esa cuadra del barrio de Once.
Jorge Vinokur, un comerciante, sostuvo que observó el móvil policial de guardia "con un policía adentro, seguro" y aseveró haber visto en varias oportunidades el ingreso de materiales de construcción al edificio de la mutual judía.
Mónica Barraganes, empleada de una mercería, contó que atendía a un cliente cuando "hubo una explosión, entró una corriente de polvo, todo se caía..." y confió que a consecuencia de ello "sufrí heridas: tenía colgando un trozo de carne de la cara".
Héctor Arce, también empleado de la mercería, recordó que a consecuencia de la explosión se cayó al suelo y no aportó mayores detalles.
El juicio oral y público llevaba tres meses sustanciándose con no muchos logros en la tarea de determinar lo ocurrido el 18 de julio de 1994, hasta el receso de fin de año y se interrumpió menos de diez días porque legalmente un juicio oral no puede suspenderse más de ese tiempo.
Por eso, los jueces Miguel Pons, Gerardo Larrambebere y Guillermo Gordo, integrantes del Tribunal Oral Federal Nº3, organizaron un cronograma que les permitió descansar dos semanas y ahora continúan el debate que promete durar más de un año.
En la audiencia de ayer no estuvo sentado el principal acusado, el reducidor de autos Carlos Telleldín. Otros imputados como partícipes del ataque son el ex comisario Juan José Ribelli, los ex subcomisarios Raúl Ibarra y Anastasio Leal y el ex oficial Mario Bareiro.
También hay tres allegados a Telleldín y otros trece ex policías acusados de delitos graves.
De hecho, los ex efectivos que están siendo juzgados en este juicio fueron integrantes de la Policía Bonaerense que, en algún momento, el ahora presidente Eduardo Duhalde consideró la mejor fuerza del mundo.
Y sería Duhalde quien debería resolver el pedido que formuló el tribunal para que se levante el secreto de Estado que rige sobre los catorce agentes de la Side, entre ellos Hugo Anzorreguy, que están citados en el caso y que podrían develar datos importantísimos para la investigación.
Desde el 24 de setiembre hasta ahora, más de 150 testigos desfilaron ante el tribunal, pero sólo dos aseguraron haber visto la camioneta que se habría usado para hacer estallar la mutual judía.



Ribelli, uno de los imputados más comprometidos.
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