cartas

Playa o cemento

Coco, el "niño" Marcos y "Maxi" caminan por la extensa playa de Vladimir. Ellos observan mujeres que toman sol junto al Paraná. Las infartantes rubias y morochas usan diminutas mallas para poder tostar, al máximo, sus cuerpos. Ellas se encuentran ajenas al escenario cotidiano de la ciudad. La isla es precisamente eso, una isla. En Vladimir no hay rostros de preocupación, sólo de algarabía. Mientras tanto, el centro de Rosario es un infierno donde se combinan la alta temperatura con el triste paisaje urbano: chicos pidiendo limosna, ruidos varios, humo de vehículos, poca actividad comercial, caras largas. El mismo río separando dos realidades opuestas e inamovibles; la diferencia se encuentra en la cantidad de tiempo que cada individuo puede permanecer en cada lado, o mejor dicho, que su condición social se lo imponga. Pese a todos, los tres amigos tratan de caminar, lo más posible, cerca de esas dotadas y exuberantes mujeres que deleitan la playa. Aunque, de los tres, en realidad es el "niño" Marcos quien busca casarse y si bien la crisis de Argentina no lo favorece, el amor es siempre más fuerte.
Daniel Marocco