Como todos saben, los CDs guardan los datos y la música en formato digital (esto significa que la información se almacena mediante series de unos y ceros). En el caso de los comunes (como los que se compran en las disquerías), la información está representada por cientos de pequeñas muescas ubicadas a lo largo de una pista espiral cuyo grosor es de 0,5 micrones, y cuyo largo alcanza los 5 kilómetros.
Lectura del CD
Para leer el CD, se emite un haz de láser directamente sobre su pista. Cuando el láser toca una parte plana (sin muesca), la luz es directamente reflejada sobre un sensor óptico, lo cual representa un 1; cuando toca una parte con muesca, es desviado fuera del sensor óptico y se lo interpreta como un 0. Esto sucede mientras el CD gira, y mientras tanto el láser como el sensor óptico se mueven desde el centro hacia fuera.
Como el radio del CD se agranda a medida que se pasa al exterior, el láser y el sensor tienen más espacio por vuelta donde leer; y como la velocidad debe ser constante, las revoluciones del disco deben disminuir.
CDs convencionales y CD-Rs
Los CDs convencionales (también llamados "estampados") y los CD-Rs están compuestos por materiales distintos. Los primeros crean las mencionadas "muescas" de manera diferente, y luego, a través de un proceso de impresión, son duplicadas. Su costo de producción es bastante alto, por lo que solamente son utilizados cuando se van a reproducir en grandes cantidades.
Quienes quisieron hacer sus CDs en forma casera y a un precio accesible inventaron los CD-Rs, que no tienen muescas ni partes planas. Consisten en una capa uniforme de un material metálico reflector, ubicado debajo de una capa de material fotosensible. Cuando el CD-R está vacío, este material fotosensible es totalmente traslúcido. Si se le aplica una luz de cierta intensidad y frecuencia, el material se opaca y no permite el paso de luz hacia la capa del material metálico y reflector. Se logra así un efecto similar al de los CDs convencionales, con la diferencia de que, en estos últimos, el láser es desviado del sensor óptico, mientras que en los CD-Rs no es reflejado.
Así, las grabadoras de CDs se encargan de marcar estas partes opacas en los CDs vírgenes.
Grabadoras de CDs
Estos aparatos funcionan de manera similar a las lectoras. Adicionalmente, trabajan con un láser de escritura que posee la habilidad de modificar la superficie del CD-R. Como el láser de lectura no tiene la potencia suficiente, no es posible que la información sea destruida por una lectora convencional.
Ambos láseres (de escritura y de lectura) se mueven de la misma forma. Pero el de escritura cuenta con unas guías impresas en los CDs, que realizan el proceso de escritura de forma correcta. A través de estas guías, el láser se enciende y se apaga de modo sincrónico con los 1 y 0 que debe escribir en el disco.
Distintas velocidades
La mayoría de las grabadoras tienen múltiples velocidades de grabación. Hoy en día, las más comunes se encuentran entre 16X y 20X. La equis remite a la cantidad de veces por las que hay que multiplicar la velocidad de las grabadoras de primera generación para saber la velocidad real de la grabadora. Cuando uno graba CDs de audio, la velocidad original se mide en tiempo real de duración. Por eso, grabar una hora de música a 1X toma 60 minutos (a2X, 30 minutos, y así sucesivamente).
Para los CDs de datos, en cambio, la velocidad se mide de acuerdo con la capacidad de transferencia. Las grabadoras de primera generación (o sea, las de 1X) tenían una transferencia de 150 KB/s (kilobytes por segundo). Si se multiplica ese valor por la velocidad de las actuales grabadoras, una de 12X tiene una transferencia de, aproximadamente, 1800 KB/s (o 1,8 MB por segundo); una de 16X logra 2400 KB/s (2,4 MB por segundo) y una de 20X, 3 MB/s... Las cifras son elocuentes...
Estos son valores redondeados, ya que un kilobyte equivale a 1024 bytes, por lo que esos 150 KB son, en realidad, 150 x 1024, lo que arroja un resultado de 153.600 bytes por segundo. Entonces, si se quisiera grabar un CD de datos con 650 MB de información (681.574.400 bytes de información real) en una grabadora de 16X (que tiene una transferencia real de 2.457.600 bytes por segundo), se tardaría 278 segundos; un poco más de 4,3 minutos.
Este resultado se consigue al dividir la cantidad de bytes que hay que grabar por la cantidad de bytes de transferencia que tiene la grabadora. El resultado queda expresado en segundos, que a su vez pueden dividirse por 60 para conseguir la cantidad de minutos y luego convertirla al sistema sexagesimal.
Los CD-RWs
Los CD-RWs funcionan con los mismos principios de los CDs convencionales y de los CD-Rs. Dicho de otro modo, permiten e impidien la reflexión de la luz. Sin embargo, a diferencia de sus mencionados pares, estos discos pueden ser borrados y vueltos a escribir. Esto se logra por medio de un material capaz de cambiar su estado o fase.
De hecho, los CD-RWs están hechos por un compuesto que, al ser calentado, adquiere una forma "líquido-amorfa" que absorbe la luz y permite la interpretación de esto como un 0. Las áreas no calentadas permanecen cristalinas, y posibilitan así la refracción de la luz en la capa metálica del disco, lo cual equivale a un 1.
A diferencia de las convencionales, las regrabadoras de CD-RWs poseen un láser extra para borrar el contenido. Este láser se encuentra justo en un punto medio entre el de escritura y el de lectura. No tiene la potencia suficiente para fundir el compuesto, pero sí para calentar el material hasta su punto cristalino y para volver a dejarlo traslúcido.
Eso sí, los CD-RWs no pueden ser leídos por cualquier lectora. Como no reflejan tanta luz como los CDs estampados o los CD-Rs, es necesario que el sensor óptico sea más sensible a la luz que uno convencional. Los equipos capaces de leer esta clase de discos están identificados y son reconocidos como "Multiread".
No se pierda, la próxima semana, la segunda entrega de esta nota. Para saber más sobre el arte de grabar, usted aprenderá más terminología, los distintos formatos de CDs y DVDs e información sobre los CD-Rs de 88 y 99 minutos... De la misma manera, si usted se quedó con ganas de conocer a fondo algún programa de grabación, no deje de leer la sección Software de este suplemento, dedicada a Nero Burning Rom 5.