La policía de Rosario no había podido identificar hasta anoche al hombre asesinado la madrugada del viernes en la zona sureste de la ciudad ya que sus fichas dactiloscópicas no están registradas en los archivos de la Unidad Regional II. El enigma es el segundo con el cual se enfrentan los investigadores en los últimos tiempos ya que una joven hallada muerta la última Navidad tampoco ha podido ser identificada.
La última víctima es un hombre de entre 55 y 60 años, de 1,70 metro de altura, cabellos cortos canosos y ojos marrón claros que al momento de ser hallado vestía pantalón y camisa de trabajo marca Ombú color marrón, calzaba ojotas negras y se movilizaba en una bicicleta de tipo carrera, rodado 28 y color celeste.
El hombre fue hallado en la cortada Buen Orden al 5800, ubicada entre calles Salvat y Bermúdez, a escasos metros de la plaza Libertad, en la zona sureste de la ciudad. De acuerdo a voceros de la seccional 11ª, con jurisdicción en la zona, la víctima tenía un cuchillo clavado en la espalda.
En un primer momento los policías sospecharon que se trató de un homicidio en ocasión de robo, pero el hallazgo de la bicicleta de la víctima junto al cadáver tiró por el piso esa hipótesis.
En un primer momento los policías sospecharon que se trató de un homicidio en ocasión de robo, pero el hallazgo de la bicicleta de la víctima junto al cadáver tiró por el piso esa hipótesis.
Embarazada
En tanto, tampoco había sido identificada hasta ayer una mujer joven que fue hallada asesinada a golpes el día 25 de diciembre en cercanías de Cullen y Ugarte, en la zona noroeste. La víctima, embarazada de cinco meses y presuntamente madre de otros hijos (tenía una cicatriz similar a la de las cesáreas) era morocha, de cutis trigueño, cabello largo y 1,70 metro de alto.
De acuerdo a la autopsia, la mujer presentaba golpes en la cabeza y el abdomen y su muerte dataría de dos días antes de su hallazgo, es decir del 23 de diciembre. Al respecto, los investigadores sostienen que la víctima habría sido asesinada en otro sitio y su cadáver arrojado donde apareció.