El presupuesto del 2002 está esperando el impacto de las nuevas reglamentaciones económicas para salir a la luz. Mientras experimenta los más diversos dolores de parto, desde el gobierno esperan que el nacimiento se produzca en los próximos días. "Será un presupuesto austero, como el que haría cualquier casa de familia en estos momentos", reflexionó el secretario de Hacienda de la Nación, Oscar Lamberto, quien comentó que se está elaborando sobre una base de crecimiento casi nula en los primeros meses y de alrededor del cuatro por ciento para el último trimestre del año.
Lamberto admitió que el hecho de que las provincias sean parte de la redacción del texto de la ley de leyes -tal como lo acordaron los gobernadores con el gobierno- es para que "nadie crea que acá hay números ocultos, ni ninguna cosa rara, para que las cuentas públicas estén muy claras y las decisiones se tomen en conjunto".
Los mandatarios provinciales le pidieron al presidente Eduardo Duhalde una coparticipación total de los impuestos que recauda la Nación y al mismo tiempo una declaración de default de todas las provincias.
Lamberto admitió que se tendrá que renegociar el piso de la coparticipación federal -de 1.364 millones- acordado durante el gobierno de Fernando de la Rúa que de hecho se incumplió en los últimos meses generando abultadas deudas de la Nación para con las provincias. "En realidad el espíritu es cumplirlo, pero la cosa está complicada. El otro día en la reunión con los gobernadores pusimos blanco sobre negro y dijimos esto es lo que hay, hasta acá llegamos".
Saldando deudas
El secretario de Hacienda explicó que esta semana se giraron a las provincias casi 900 millones en bonos y aclaró que "estamos instruyendo un programa de pagos para las deudas atrasadas, el incentivo docente, planes sociales". Reconoció que los fondos se irán liberando "a medida que vayamos teniendo disponibilidad". Los números se pusieron más rojos todavía como consecuencia de la magra recaudación de diciembre, aunque, "la de enero viene un poco mejor", dijo Lamberto.
Respecto de las presiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que se cumpla con el déficit cero y con un presupuesto acorde a sus exigencias, el funcionario fue contundente: "Acá todos saben que no se puede haber milagros. Con los recursos que tiene el Estado y la situación fiscal delicada el presupuesto que haremos nosotros es el que haría cualquiera con dos dedos de frente. Está claro que no vamos a emitir sin límites ni vamos a hacer nada descabellado".
Dijo que los cálculos para definir el presupuesto 2002 se harán "sobre una base seria de los ingresos, teniendo en cuenta la baja en la recaudación, el nivel de actividad que será bajo". Al respecto mencionó que esperan desde el gobierno que los primeros meses del año sean de poco movimiento, en tanto, "contamos con que se iniciará un leve crecimiento en el segundo semestre, y un crecimiento cercano al 4% en el tercer trimestre".
También reconoció que será "muy difícil destrabar" el descuento del 13 por ciento en los sueldos y jubilaciones.
En relación al gasto del Estado, un punto que se considera central, sobre todo en los reclamos de la gente, Lamberto apuntó: "El compromiso que asumimos desde esta Secretaría es analizar todo muy tranquilamente, sin medidas espasmódicas. Vamos a ir desentrañando las madejas pero teniendo en cuenta todos los aspectos, aunque la gente no lo crea, el achatamiento al que está sometido el Estado ya es muy grande".
La Ciudad
