En un partido en el que el denominador común a lo largo de los noventa minutos fue el aburrimiento, San Lorenzo e Independiente abrieron anoche la Copa Ciudad de Mendoza con un lapidario 0 a 0. Fue un típico partido de pretemporada, con dos conjuntos faltos de fútbol, descoordinados y con muy pocas ideas tratando de ensablar las piezas, por eso el resultado no puede sorprender a nadie.
Los primeros cuarenta y cinco minutos resultaron discretos, aburridos, tediosos, eso sí, tuvieron un leve predominio de Independiente en la posesión de la pelota.
El trabajo del equipo dirigido por Néstor Clausen se sostuvo con la labor que hicieron en el medio campo Ariel Montenegro y Leonardo Ríos, a quienes se sumó Matías Vuoso.
Sin embargo, Independiente careció de peso en los últimos metros de la cancha, un poco por el retroceso de Vuoso, y otro tanto por la escasa presencia que tuvo el juvenil Maximiliano Ayala, quien pasó totalmente inadvertido.
Independiente fue un poco más que San Lorenzo (en el que apenas se pudo rescatar alguna aparición de Leonardo Di Lorenzo), pero a la hora de crear situaciones de gol no pudo sacarle ventaja.
Un poquito más rojo
La más clara del rojo llegó a los 4 minutos, cuando tras un error de Félix Benito, Vuoso sacó un remate que se desvió en Luis Medero y terminó en el córner; la de San Lorenzo se produjo a los 39', cuando Leonardo Rodríguez sacó un violento derechazo desde fuera del área que Damián Albil mandó al tiro de esquina.
En el complemento la posesión de la pelota estuvo más repartida, pero el trámite continuó siendo monótono. Ambos equipos trataron de manejar el balón, pero lo hicieron todo muy lento, predecible.
San Lorenzo intentó en los últimos 25 minutos quebrar la resistencia de Independiente con los ingresos de Maximiliano Bevacqua y Lucas Pusineri, y pudo lograrlo a los 33 minutos, cuando un derechazo de Di Lorenzo, luego de desviarse en un defensor rojo dio en el palo izquierdo del arco de Albil. (DyN)