Los cancilleres del Mercosur, y los de Chile y Bolivia reafirmaron ayer la voluntad de profundizar la integración regional y respetar los acuerdos del bloque, para lo cual reafirmaron la importancia de la coordinación macroeconómica.
Los ministros de Relaciones Exteriores de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, miembros plenos del Mercosur, más los de Bolivia y Chile, países asociados al bloque, se reunieron ayer en Buenos Aires, en una convocatoria extraordinaria, citados por el gobierno argentino, que está a cargo de la presidencia pro témpore de la unión aduanera.
Poco antes del mediodía, el presidente Eduardo Duhalde, recibió en la Casa de Gobierno, junto al canciller Carlos Ruckauf, a los ministros de Brasil, Celso Lafer; de Paraguay, José Moreno Ruffinelli; de Uruguay, Didier Opertti; de Bolivia, Gustavo Fernández Saavedra y de Chile, María Soledad Alvear, que concurrieron acompañados por sus respectivos embajadores en Buenos Aires.
La fugaz visita de los cancilleres incluyó un almuerzo y una reunión por la tarde, pero previamente difundieron una declaración conjunta en la que manifiestan su apoyo a Argentina y su confianza de la recuperación del país.
En la declaración, los ministros reafirman el rumbo de sus respectivos gobiernos de "respetar y profundizar los compromisos asumidos entre los países del Mercosur" y los acuerdos con los miembros asociados, Chile y Bolivia.
Para ello, destacan "la importancia de la coordinación macroeconómica para la estabilidad económica y financiera de la región" y el "compromiso de asegurar el acceso a los mercados mediante la superación de las medidas restrictivas adoptadas como consecuencia de la situación por la que atraviesa" el bloque.
Si bien no se conocieron detalles sobre la reunión que los cancilleres mantuvieron por la tarde, en la que se esperaban avances sobre temas puntuales, que deberán tratarse en la próxima cumbre de presidentes, prevista para fin de mes, la declaración apunta a cumplir objetivos que parecen ser más viables a partir del abandono del sistema de convertibilidad en el sistema cambiario argentino.
Según habían manifestado los presidentes de Uruguay, Jorge Batlle, y de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, el nuevo tipo de cambio en Argentina, favorecerá la meta de coordinación macroeconómica de la región y el camino hacia una moneda única, una vez que se estabilicen las monedas de los cuatro países.
Por otra parte, una mayor actividad del comercio exterior argentino, abriría más rápido el camino hacia la convergencia del Arancel Externo Común (AEC), disperso a partir de la crisis económica en Argentina por disposición del ex ministro de Economía, Domingo Cavallo.
Al respecto, la declaración expresa el compromiso de "asegurar el acceso a los mercados mediante la superación de las medidas restrictivas adoptadas como consecuencia de la situación por la que atraviesa la región".
"Es necesario enfrentar estos problemas con espíritu de cooperación y teniendo en cuenta la necesidad de contar con economías competitivas que faciliten el proceso de inserción en el ámbito internacional", consignaron los cancilleres.
"El Mercosur es prioridad"
Los ministros de Relaciones Exteriores se mostraron satisfechos, por otra parte, por "la solución institucional de la crisis en la Argentina", y convencidos, además, de que tanto las nuevas autoridades como la sociedad "lograrán la recuperación del crecimiento económico y el desarrollo social", para lo cual reiteraron el acompañamiento de "todos los esfuerzos dirigidos a esos fines".
En la declaración, Ruckauf hace constar que para el gobierno argentino el Mercosur "es una política de Estado de máxima prioridad", reitera "la indudable voluntad política" de las autoridades "para revitalizar el proceso de integración en todos sus aspectos", y reconoce el "significativo apoyo" recibido de sus socios.
En otro orden, los cancilleres reivindican los avances logrados en otros aspectos, como los procesos de integración, infraestructura y coordinación política y social.