Tras 11 años de paridad uno a uno, ayer volvió el mercado libre de divisas, con un salto del dólar que a lo largo de la jornada fue subiendo su valor hasta alcanzar una cotización de 1,75 peso. De todas formas, analistas de la city local calificaron a la operatoria como "tranquila" y consideraron que el billete verde se ubicó en valores altos, pero dentro de lo esperado. En ese sentido, indicaron que no llegó a los dos pesos por unidad norteamericana, algo que hubiera sido motivo de alarma pero que no ocurrió por la sequía monetaria reinante en la calle.
Una conocida agencia de cambios de la plaza local informó que el dólar se negoció entre 1,45 y 1,65 peso en un marco de tranquilidad y escasas operaciones.
En tanto, analistas de la city rosarina confiaron que la cara de Washington cotizó entre 1,65 y 1,75 peso. "Estuvo alto pero dentro de lo esperado" indicaron, a la vez que resaltaron aliviados que el dólar "no llegó a los dos pesos".
"La venta no fue superlativa en cuanto a montos, pero sí sostenida durante todo el horario de atención al público", coincidieron en señalar voceros de Transatlántica y Ossola, dos de las principales casas de cambio de Rosario.
Desde esas firmas también se indicó que por la falta de dólares en algunas entidades bancarias el dólar fluctuó entre 1,45 y 1,50 pesos para la compra y entre 1,6 y 1,75 pesos para la venta, llegando a un techo en algunos casos de 1,80 pesos.
Empujones y arbolitos
El mercado libre de divisas en Capital Federal arrancó a todo vapor tras una década de convertibilidad, con casas de cambio atestadas de gente que quería refugiarse en el dólar, cuyo precio fue aumentando a lo largo de la jornada. A las 11 de la mañana, la agencia cambiaria porteña Casa Piano informó que se cotizaba a 1,47 peso para la compra y 1,52 para la venta. A esa hora, los arbolitos de la city porteña operaban a 1,25 para la compra y 1,65 para la venta. Minutos después un relevamiento realizado en la city reveló que la moneda estadounidense cotizaba entre 1,40 y 1,45 peso comprador, y entre 1,65 y 1,80 peso vendedor.
La mayoría de las casas de cambio en el microcentro porteño no colocaban la cotización compra-venta del dólar en sus pizarras, mientras la gente se agolpaba desordenadamente en las puertas.
En casi todas las casas de cambio, las operaciones que se realizaban eran para la compra de dólares, por montos de entre 500 y 1.000 dólares, pero a una cotización poco homogénea ya que podía haber variaciones de hasta 30 centavos por unidad según la agencia. Al promediar la tarde, el tipo de cambio más caro lo ofrecían Casa Piano (1,55 para venta y 1,75 compra) y algunas agencias de viaje que en la pizarra electrónica pusieron al dólar en 1,50 para la compra y 1,80 para la venta.
Al igual que once años atrás, también volvieron los famosos "arbolitos" que especulaban vendiendo dólares entre 1,60 y 1,80. En cambio, los bancos no realizaron operaciones cambiarias.
La reacción inicial del público se reflejó claramente en el inusual movimiento que registraron las casas de cambio, donde la apertura de las operaciones estuvo algo demorada por los atrasos en la distribución de las circulares del Banco Central, según adujeron los cambistas.
Con la actividad a pleno, algunas casas de cambio reforzaron la atención al público con empleados destinados al área de turismo e incluso en algunos casos se mencionó que tienen pensado incrementar su personal.