José María Petunchi
El panorama en Central sigue siendo desalentador. Los jugadores ayer endurecieron su postura, decidieron no viajar a Tandil para realizar la pretemporada y pidieron que con el dinero que el club se ahorra con eso se le abone al plantel parte de lo que se le debe. A esta resolución arribaron anoche los jugadores luego de una reunión que mantuvieron en la ciudad deportiva tras la práctica vespertina, lo que disparó el enojo y la bronca de los dirigentes, quienes por la tarde estaban convencidos de que el acuerdo era posible. "Preferimos que se ahorre esa plata y que quede para el plantel", argumentó anoche Laureano Tombolini, quien fue el encargado de comunicarle la decisión a los directivos. No obstante, Tombo, transformado en el vocero y como para que no se malinterprete la postura del plantel, se apuró en aclarar que "seguimos con la postura de hacer normalmente la pretemporada". No obstante, hoy seguramente los dirigentes harán un último intento en pos de que el plantel revea su decisión porque -entienden- "es lo mejor para el grupo y para Central". Además de aclarar que los 20.000 dólares que les cuesta la pretemporada, el club los puede abonar con un plan de pago que está acorde a las posibilidades de la institución. Esta decisión que tomó el plantel por la noche contrastó notablemente con la actitud que mostraron los referentes del grupo luego de la reunión que ayer por la mañana mantuvieron el propio Tombolini, Diego Erroz, y los uruguayos Ricardo Canals y Líber Vespa -regresaron ayer de sus licencias- con el tesorero Jorge Sauan y el secretario Néstor Mascó, de donde se llevaron la propuesta de que iban a recibir unos valores (por alrededor de 30.000 pesos) antes de viajar a Tandil para repartir entre los jugadores que más necesidades tenían. "Se llegó a un acuerdo con los jugadores para entregarles dinero a cuenta, ahora estamos esperando que nos entreguen una lista de los futbolistas más necesitados", le dijo el vice en ejercicio de la presidencia Juan Carlos Campagna a Ovacion antes de que los acontecimientos se precipitaran y cuando todo era optimismo. Pero a la hora en que los referentes del plantel expusieron la propuesta dirigencial al plantel se encontraron con la negativa general, fogoneada especialmente -según algunas fuentes- por el volante Daniel Quinteros y, en menor medida, Vitamina Sánchez, quienes en principio no estaban en la lista de futbolistas que iban a realizar la pretemporada en las sierras tandilenses. El optimismo de la tarde trastocó en bronca y malestar por la noche, cuando los dirigentes recibieron la noticia de que el grupo había endurecido la postura. De hecho se pusieron tan mal que prefirieron no hacer declaraciones para no herir la suceptibilidad de nadie, aunque por lo bajo se lamentaban porque entendían que "el plantel necesitaba salir de la ciudad para rearmar el grupo que deberá afrontar un año muy difícil", un discurso que también se escuchó en boca de algunos jugadores jóvenes. Uno de los temores que tenían anoche los directivos era cómo evaluaba la situación Teglia, ya que ellos temían que el entrenador lo tomara como una falta de apoyo, aunque el entrenador, que tenía todo planificado para trabajar en Tandil, habría manifestado su conformismo con trabajar en Rosario. Hoy seguramente los dirigentes harán un nuevo intento, pero parece que ya es cosa juzgada y que Central tendrá un verano caliente en Rosario.
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