Roma. - El primer ministro y canciller interino italiano, Silvio Berlusconi, se dirigirá al Parlamento el lunes próximo para intentar acallar las voces en el seno del gabinete que señalan que es imposible que desarrolle ambos cargos simultáneamente, informó ayer la radiotelevisión pública italiana, RAI. Tras la renuncia del ministro de Relaciones Exteriores de Italia Renato Ruggiero, "il cavaliere" se propone ocupar durante un tiempo, de "al menos seis meses", esa cartera. Además, Berlusconi planea una amplia reforma del ministerio de Relaciones Exteriores. "Quiero darle una nueva estructura para que pueda apoyar a nuestras empresas en el exterior", afirmó ayer. Sin embargo, el presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, teme que los intereses de Italia se resientan si una sola persona trata de asumir los dos cargos durante mucho tiempo y según políticos está ejerciendo presión para que asuma como canciller otra persona con mayor rapidez. Lo cierto es que hasta la fecha, ningún miembro destacado del gabinete de Berlusconi ha realizado aporte tangible sobre algunos de los elementos más importantes del proceso de ampliación de los Quince y el "euroescepticismo" parece ganar cada vez más adeptos. El líder de la oposición, Franceso Rutelli, criticó ayer la decisión de Berlusconi de mantener la cartera de Exteriores y el cargo de premier. "Es absurdo que el primer ministro de una de las naciones más ricas del mundo pretenda ser también el ministro de Exteriores", declaró Rutelli. Aunque algunos legisladores en el seno de su formación, Forza Italia, insisten en que el primer ministro puede asumir ambos cargos, otros miembros de su coalición de centroderecha han pedido que se encuentre a la mayor brevedad un nuevo ministro del Exterior. Entretanto, crecía en las filas de la coalición la presión sobre el primer ministro para encontrar al próximo titular de la cartera. Ruggiero dimitió el domingo pasado tras una fuerte discusión con Berlusconi en relación al euro y las directrices de la política exterior. El ex ministro, diplomático de carrera, fue durante muchos años jefe de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Se trató de la primera dimisión de un ministro desde el triunfo electoral de la coalición de centroderecha en mayo pasado. Aún no está claro cómo hará el millonario Berlusconi para reconciliar su doble rol de primer ministro y ministro de Relaciones Exteriores. El presidente del gobierno español, José María Aznar, en su calidad de presidente semestral del Consejo de Ministros de la Unión Europea, se mostró convencido de que Italia seguirá su línea política europeísta, a pesar de la dimisión de Ruggiero, y la crisis de ella derivada. Tras reunirse ayer con el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, en Madrid, Aznar dijo que el premier Berlusconi tiene todas las competencias para efectuar cambios en su gobierno si así lo cree adecuado. (DPA)
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