Año CXXXV
 Nº 49.354
Rosario,
miércoles  09 de
enero de 2002
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Nuevo plan. Se dirimen entre el aumento de costos y la remarcación
Comerciantes entre la espada y la pared
Un centenar de empresarios debatió sobre los efectos de la devaluación. Temen represalias del consumidor

Sandra Cicaré

"El comercio no fija precios, sino que traslada costos", enfatizó Elías Soso, presidente de la Asociación Empresaria de Rosario para abrir el debate que convocó a sala llena a representantes de las distintas cámaras comerciales de la ciudad en la sede de la entidad. Alarmados por el aumento de precios, el cambio en las condiciones de pago y de comercialización de parte de las firmas proveedoras, los empresarios locales se enfrentan a una situación complicada: compran más caro y no pueden aumentar porque la recesión desinfló sus ventas y están en la mira del consumidor, quien -cacerola en mano- está a la orden del día para hacer sentir su descontento.
Frente a este escenario, ¿cuál es la salida?. Esa es la pregunta que anoche intentó responderse casi un centenar de comerciantes. Las respuestas distaron mucho de una definición rotunda. A priori, los comerciantes manifestaron su firme posición de "aguantar" los precios hasta que el escenario se esclarezca y así enviar un mensaje a la gente, con quienes tratan a diario. "Somos víctimas y variables de ajuste de un sistema donde los ganadores son otros", acordaron a la hora de hacer un diagnóstico de esta realidad. "Ahora resulta que los comerciantes somos los responsables y no el sistema financiero que es el que se llevó el dinero al exterior o lo tiene cautivo en el corralito", explicaron.
Pese a que el escepticismo, la bronca y la impotencia se apoderó de los rostros de quienes se congregaron en la sede de la entidad mercantil, una certeza brotó como consigna unánime: "Es hora de que le expliquemos a la gente la situación y escrachemos con nombre y apellido a las grandes compañías, generalmente de capital multinacional, que nos aumentan la mercadería o los insumos".
Los comerciantes buscaron demostrar a toda costa que están sufriendo los mismos problemas que los consumidores. Frente a eso, convocaron a sentarse a la mesa de diálogo a representantes de asociaciones de consumidores para plasmar una estrategia común frente a las remarcaciones. "No se trata de entrar en guerra entre consumidores y pequeños comerciantes que también son víctimas como el resto", explicó el titular de la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor, Carlos Comi, quien reveló que "los aumentos de precios no son generalizados, sino que afectan a algunos artículos puntuales".
"Nuestro esquema de trabajo se rompió completamente", manifestó Manuel Mases, de la Federación de Pastas de la Argentina. El comerciante reveló que "los molinos proveedores no entregan mercadería" o en todo caso la entregan "con precios contra culata de camión".
El comerciante, quien reveló que en el sector hay un acuerdo de no aumentar precios, mostró su preocupación en cuanto a cuál será la capacidad del sector para soportar esta situación. "Esto debe resolverse en cuestión de días, porque de lo contrario todos tendremos que cerrar", explicó.
Un panorama similar viven los panaderos. Roberto Rubio, de la Cámara de Industriales Panaderos, reveló que en Rosario no se aumentaron los precios de la mercadería al consumidor final, pero todos los molinos remarcaron sus precios. Puntualmente denunció la actitud de Cargill, a quien acusó de "no respetar los pedidos anteriores a las nuevas medidas, sin ningún tipo de argumentación". Además, la caída de las ventas en el sector alcanzó el 50%, precisó Rubio, con lo cual pensar en aumentar es irrisorio.

Dólares contantes y sonantes
Para quienes reciben insumos o mercadería del exterior la cuestión es más compleja. En esos casos, la actitud generalizada por parte de los proveedores es exigir el pago contraentrega en dólares billetes, en ningún caso cheques.
Otra de las metodologías consiste en la provisión de mercadería pero sin precio, es decir se entregan remitos pero no facturas. Así, los proveedores buscan cubrirse de los efectos de la devaluación.
"No hay precios, no quieren arriesgar", manifestó Manuel Gargallo, presidente de la Cámara de Microempresarios en representación especial del sector de gas y soldaduras. Por otra parte, a esto se suma una realidad mucho más cruda "no hay ventas, el 80% de nuestros clientes (comercios o prestadores de servicios) están cerrados".
Antonio Cacciola, presidente de la Cámara de Comerciantes de Repuestos Automotor, dio cuenta de una coyuntura similar. "Por el momento estamos comprando lo indispensable, pero a estos precios no compramos", advirtió el dirigente de un rubro con alto componente de mercadería importada.
Carlos Montecchiarini, de la Cámara de Artículos del Hogar, explicó que en el sector se vive una situación muy particular. "De parte de la producción importada no hay reposición" o en todo caso las compras se deben saldar sólo contado con dólar billete, mientras que las fábricas nacionales "cambiaron las condiciones de pago y exigen únicamente contado. Otros esperan para ver qué sucede", dijo.

El dilema de lo importado
Frente a eso, explicó que al comerciante no le queda otra alternativa que retocar lo que es importado. "Estamos tratando de mantener los precios como hasta ahora e incluso cobramos los créditos en la paridad un peso, un dólar. "A nosotros nos controlan para que mantengamos los valores, pero me pregunto, ¿ante quién denunciamos a quienes llegan a nuestros locales a decirnos, con un dólar en la mano, esto no vale 1 sino 1,40", reflexionó.
"Nosotros por los convenios con obras sociales debemos vender productos cuyos insumos importados aumentaron casi un 40%, pagaderos a largo plazo y al mismo precio", se lamentó José Macri, presidente de la Cámara de Opticos, quien sostuvo que la recesión hace muy difícil una remarcación.
Un gran número de supermercadistas, sumados a gastronómicos, representantes de las cámaras de florería, hortalizas, GNC, cartelería y publicidad, entre otros, se sumaron al debate que se disparó anoche pero que seguramente será tema de agenda diario y de pelea constante.



La Asociación Empresaria se reunió con los comerciantes.
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