Binner: "Si alguien quiere ser intendente tendrá que esperar al 2003"

Diego Veiga

Luego de un día plagado de rumores que indicaron que el intendente Hermes Binner estaría evaluando la posibilidad de renunciar a su cargo, el propio jefe comunal salió anoche a descartarlos de plano y calificó de "chistosos" a quienes propiciaron las versiones. "Jamás pensé en renunciar, ni lo voy a hacer. Si alguien quiere ser intendente, tendrá que esperar hasta diciembre de 2003", aseguró tajante.
Luego de una reunión con todo su gabinete que duró cuatro horas y en media, en medio del conflicto del transporte y el preludio del paro de los empleados municipales, Binner descartó ayer con firmeza las versiones que hablaban de su alejamiento del Palacio de los Leones.
"Siempre hay lugar para chistosos", indicó el funcionario al tiempo que confesó haberse sentido "orprendido" con las informaciones que ayer inundaban las redacciones y se paseaban con insistencia por los pasillos del Concejo.
"Evidentemente hay una usina de rumores que sacó estas versiones a la calle", estimó y conjeturó que el sentido de esa "operación" era "generar inseguridad e intranquilidad". Pese a todo fue contundente: "No voy a renunciar. Estoy trabajando por la ciudad, la situación es difícil pero vamos a seguir trabajando para que Rosario mejore", subrayó.
Los rumores que indicaban que Binner estaría pensando en presentar su renuncia al cargo comenzaron desde temprano. Las versiones señalaban que el jefe comunal estaba atravesando un momento de depresión y que las dificultades de ayer (el sorpresivo paro del transporte y la inminente huelga municipal) habían despertado la idea de la renuncia.
Es más, las fuentes consultadas confiaron que Binner estaría enfrentado con algunos miembros de su entorno que responderían al diputado nacional Rubén Giustiniani.
"La interna es dura desde hace tiempo y se profundizó aún más después de la derrota de las elecciones. Todo el mundo sabe que el socialismo está muy fracturado", señaló un hombre de estrecha llegada al entorno del intendente.
A la vez, un alto funcionario municipal admitió que Binner "está muy preocupado" por la realidad que atraviesa la ciudad, pero descartó de plano que estuviera pensando en renunciar. "Está preocupado. El municipio no recauda nada, todo se está cayendo y es muy difícil levantarlo", admitió. No obstante, subrayó que "para renunciar tiene que haber motivos, y aquí lo que hay son dificultades, no motivos".
Unas horas más tarde, fue el propio Binner el que decidió enfrentar los rumores. "Jamás pensé en renunciar. Ser intendente de Rosario es lo mejor que me pasó en la vida", sentenció.