Eugenia Langone
La falta de insumos y medicamentos, además de la postergación de las cirugías programadas, son el reflejo de la crisis que atraviesan los efectores de salud provinciales y municipales. Ahora la devaluación obliga a los directores de los hospitales a correr detrás de los precios de los insumos para comprarlos en forma directa y hablan de un "notable" aumento. Todo se resuelve día a día. Pero una solución que por estas horas está salvando las situaciones más críticas es el préstamo, ya que entre hospitales se generó una especie de red solidaria para sortear la escasez. Faltan desde antibióticos y drogas oncológicas hasta guantes descartables y jeringas.
"Tenemos insumos, pero no son infinitos. Si no se recompone la línea de abastecimiento nos alcanza sólo para un mes", aseguró el director del Carrasco, Carlos Largacha. Aunque no quiso hablar de "desabastecimiento", admitió que faltan "antibióticos y placas de radiología".
La directora del Centenario, Claudia Perouch, indicó que asegurar la atención implica por estos días una carrera constante entre proveedores y cotizaciones. En ese efector provincial está garantizada las cirugías de urgencia y oncológicas, y la atención en consultorios y en la guardia.
También las diálisis están al día, pero Perouch aseguró que "los insumos del tratamiento para diabéticos ya se están pagando más caros". Además, el Centenario provee los medicamentos para unas 300 personas infectadas con el virus el sida y allí "ya hay una leve faltante".
"Hay dificultades en las cotizaciones y en la entrega de medicamentos y material descartable", explicó la directora del Centenario, quien apuntó: "Con los productos oncológicos y los insumos de diálisis, que son importados, no hay problemas si pagamos en efectivo. Pero el precio aumentó notablemente y se disparó un 30% más".
En el Provincial ya escasean los insumos "vitales" para las internaciones: antibióticos, antiinflamatorios y medicamentos anestésicos. Y la licitación de los materiales descartables se va a declarar desierta. "Se presentó una sola empresa, pero con precios más altos de los que pagábamos. Ahora tenemos poco y vamos comprando en forma directa", explicó el director del efector, Natalio Shocrón, quien dijo que la situación es "más que crítica".
También en los hospitales municipales sólo se están atendiendo las cirugías de urgencia y las oncológicas, y las demora de las entrega de los medicamentos ya licitados exige salir a comprar para cubrir las necesidades del corto plazo.
"Hoy (por ayer) hubo que salir a comprar guantes descartables, sulfato de magnesio y descartables para pasar el suero", contó el director del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), Carlos Toni. Aunque aseguró que el efector está en "plena operatividad", admitió que "las compras se hacen para cubrir las necesidades de unos tres días y se hacen préstamos con los otros hospitales".
La directora del Roque Sáenz Peña, María Angela Esposi, aseguró que "no se están entregando los medicamentos y hay descartables para menos de una semana". La solución que encontró son los préstamos interhospitalarios.
De los tres quirófanos que tiene el Hospital de Niños Víctor J. Vilela sólo uno está funcionando para urgencias. "Hay que racionalizar los insumos para nos desabastecernos", indicó la subdirectora del efector, María del Carmen Carradori, quien admitió: "Hay faltante de medicamentos oncológicos, que nos los prometieron para el jueves, y las entregas de lo licitado están demoradas".
El jefe de Servicios de Internación de la Sala I del Vilela y secretario general de la Asociación de Profesionales de la Salud Municipal, Gerardo García, fue más contundente. "Hay desabastecimiento", dijo.
"Faltan desde trapos de piso, agujas y jeringas hasta medicamentos oncológicos, desde lo más rudimentario a lo más complejo", detalló el médico, quien recordó que "la suspensión esta semana de las cirugías programadas significa que 24 operaciones no se realizaron". Y como si fuera poco, García recordó que "el fin de semana pasado las autoridades intentaron cerrar la Sala II de internación, pero la comunidad del hospital se opuso".
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La Ciudad
