Año CXXXV
 Nº 49.353
Rosario,
martes  08 de
enero de 2002
Min 17º
Máx 31º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Estados Unidos ante el fantasma de los "enemigos adolescentes"

Cristiano del Riccio

Washington. - El fantasma de los "enemigos adolescentes" educados en Estados Unidos se hace cada vez más temible, después de los casos de John Walker, el joven californiano dispuesto a matar por Osama Bin Laden, y de Charles Bishop, de 15 años, el piloto que murió por el líder de Al Qaeda.
Pero Bishop, a diferencia de Walker, no pertenecía a una acaudalada familia sino que vivía con su madre en una modesta casa de dos pisos en Palm Harbor, Florida, y lavaba los aviones particulares de gente rica para obtener un descuento en sus clases de vuelo. "Era un joven normal. Hablaba poco, no tenía muchos amigos pero vestía y se comportaba como los otros", repitieron a coro sus maestros y compañeros de escuela del liceo East Lake, donde cursaba primer año de estudios.
Le gustaba la poesía y la leyenda del rey Arturo, y además tenía un perro al que cuidaba con toda dedicación. Tenía como Walker, una familia desarticulada a sus espaldas: vivía con su madre Julia, una artista gráfica, no lejos de la casa de la abuela y jamás mencionaba a su padre a quien nadie había visto, aunque muchos presumen que era de origen árabe (el verdadero nombre de la familia era Bishara).
El joven realizaba un curso de periodismo y, después del atentado del 11 de septiembre, había escrito un trabajo en la escuela condenando la acción del terrorismo. Una circunstancia que hizo aún más incomprensible para quienes lo conocían, su gesto de robar el pequeño Cessna 172, poco antes de su clase de vuelo, haciéndolo chocar el sábado contra uno de los edificios más altos de Tampa, en una pálida imitación de la matanza del 11 de septiembre.

Un texto de despedida
Aún más desconcertante fue el breve texto de despedida hallado en el bolsillo del piloto suicida, tres breves párrafos de elogio a Osama Bin Laden. El mensaje no contenía ninguna referencia a la familia. El joven no había expresado públicamente ninguna simpatía por Bin Laden, pero había señalado a sus amigos, mediante un e-mail y pocas horas antes de su gesto, que algo podía ocurrir.
Los agentes del FBI secuestraron su computadora en la esperanza de encontrar huellas de estos mensajes. A su abuela que lo había acompañado el sábado al aeropuerto de St.Petersburg para su clase de vuelo le dijo inesperadamente: "No quiero enemigos en mi funeral". La mujer quedó desconcertada pero pensó que la alusión era al riesgo de volar.
Charles había programado con cuidado su suicidio. Puso en marcha el vehículo antes de que llegara el instructor y, luego, ignoró las órdenes de la torre de control de volver enseguida a tierra. Se dirigió hacia Tampa, eludiendo a un helicóptero que lo seguía. En no más de doce minutos, entre que decoló e impactó contra el rascacielos, sobrevoló el espacio aéreo de la base militar de MacDill, la misma desde donde el Pentágono dirige la guerra contra Afganistán.
En el breve vuelo hacia la muerte el adolescente que tenía solo seis horas de vuelo, rozó casi un avión comercial de la Southwest Airlines (pasando a apenas 300 metros de él) para dirigirse con precisión hacia su objetivo, un rascacielos de 50 pisos en el centro de Tampa. Nadie sabe ni pueden intentar explicar qué fue lo que llevó a Charles a la acción suicida.
El gesto desesperado del joven dio escalofríos a los norteamericanos no sólo por la semejanza con los trágicos hechos del 11 de septiembre sino porque mostró la vulnerabilidad de Estados Unidos ante este tipo de acciones. Dos caza que decolaron desde una base cercana a Miami llegaron a Tampa cuando el 172 ya había dado contra el edificio. (Ansa)


Notas relacionadas
El muchacho que estrelló una avioneta contra un edificio admiraba a Bin Laden
Aseguran que los talibanes atacarán en Gran Bretaña
Diario La Capital todos los derechos reservados