| | Juicio oral para Born, Galimberti y el novio de Susana Giménez Están acusados de presunta defraudación contra la Fundación Felices los Niños, que dirige el padre Grassi, en un concurso telefónico del programa de la diva
| El empresario Jorge Born, el ex montonero Rodolfo Galimberti y la actual pareja de la conductora televisiva Susana Giménez, Jorge Rodríguez, afrontarán en los próximos meses un juicio oral y público por el presunto delito de "administración fraudulenta" en perjuicio de la Fundación Felices los Niños. Así lo confirmaron fuentes judiciales, que precisaron que la sala Uno de la Cámara del Crimen elevó la vieja causa judicial, que data de 1998. Born, Galimberti y Rodríguez son directivos de la empresa de comunicaciones Hard, que administró un concurso de llamados telefónicos en el programa que Susana Giménez conduce por Telefé. Según las investigaciones en primera instancia del juez de instrucción Facundo Cubas, confirmadas ahora por la Cámara del Crimen, Hard Communication liquidaba en favor de Felices los Niños -la fundación presidida por el sacerdote católico Julio Grassi- una cantidad de dinero menor a la que correspondía. A raíz de esas presuntas irregularidades, la Justicia abrió una investigación en la que también estuvieron imputados Susana Giménez y directivos de Telefé, entre ellos Constancio Vigil, pero todos ellos fueron sobreseídos. Junto con Born, Galimberti y Rodríguez, también irán a juicio oral y público -que sustanciará, en fecha a determinar, el tribunal Nº 19- los directivos de Hard Communication, Roberto Engel y Federico Quirno. La figura de administración fraudulenta contempla penas que van de un mes a seis años de prisión. Las fuentes recordaron que todos los procesados están inhabilitados para efectuar operaciones comerciales, crediticias o de compraventa, ya que las propiedades que ofrecieron como caución real no alcanzaron a cubrir el embargo de 1,5 millón de pesos para cada uno. Todo comenzó en febrero de 1998, cuando una abogada llamada Raquel Jasquelson denunció que en su factura telefónica aparecían llamadas que ella nunca había hecho al número el 0939-12222. Si bien se descubrió luego que la que había llamado era una empleada suya, en la Justicia se abrió una investigación para dilucidar a dónde se destinaban los tres pesos más IVA que cada participante pagaba con su llamada. Es que el juego se promocionaba diciendo que los llamados servían no sólo para participar del sorteo sino también para colaborar con la Fundación Felices Los Niños, del padre Grassi. Y, según la Fiscalía, de los 18.500.000 pesos que se facturaron por las más de 6 millones de llamadas que se hicieron al programa, esa fundación sólo habría recibido unos 400 mil pesos. Pese a ello, el padre Grassi no es damnificado querellante en el caso, porque habría llegado a un arreglo extrajudicial. (DyN)
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