Casilda. - Los casi cuatrocientos obreros de la empresa Gherardi e Hijos ayer pararon para reclamar el pago de salarios atrasados y volvieron a manifestar para defender sus fuentes de trabajo y solicitarle al gobernador Carlos Reutemann que gestione una ayuda financiera para garantizar la continuidad del establecimiento metalúrgico. Los trabajadores se concentraron frente a la planta de herramientas agrícolas que posee la firma en esta localidad y cortaron una de las manos de la ruta nacional 33 durante la mañana. Pasado el mediodía y ante la falta respuesta de la empresa se anunció para hoy la instalación de una olla popular en la plaza del Mástil, frente a la Municipalidad.
Los trabajadores vienen desarrollando un plan de acción desde hace varias semanas, pero no encuentran respuestas, a pesar del apoyo que recibieron de la Municipalidad para golpear la puerta de los bancos en busca de auxilio o hablar con autoridades provinciales. El tiempo pasa, el crédito no aparece, y la situación es cada vez más compleja.
Aguinaldo y sueldos
La empresa adeuda casi dos meses de sueldos y los aguinaldos y ayer los trabajadores decidieron parar hasta cobrar, por lo menos, parte de sus acreencias. La firma pidió colaboración al personal para que levante la medida pero no logró conseguirlo ante su falta de recursos para hacer frente a los salarios caídos.
Gherardi tiene vendido a México una paquete importante de sembradoras que no podrá fabricar hasta tanto se mantenga el conflicto. En ese sentido, la empresa expresó que podría hacer parte de las sembradoras en otro establecimiento, idea a la que los trabajadores se oponen en forma tajante. De todas maneras, en caso de levantarse la huelga, la firma solamente cuenta con materia prima para producir una pequeña parte de la totalidad de las máquinas encargadas, razón por la cual necesita de un urgente apoyo financiero que aún no aparece.
Mientras se realizaba la protesta los delegados gremiales se reunieron con la patronal para reclamarle el pago de los salarios adeudados, pero no tuvieron éxito y decidieron seguir adelante con la acción. "La empresa nos planteó la urgencia que tiene para producir y cumplir con sus compromisos de ventas en el exterior, pero si no hay dinero no vamos a trabajar", explicó uno de los delegados gremiales, Adolfo Sanabria.
Sin dinero
"Pretenden que empecemos a trabajar -añadió el dirigente- pero no nos aseguran cuándo vamos a cobrar. Aceptar estas condiciones no tiene sentido; por lo menos queremos un mínimo de dinero semanal para palear la crítica situación que estamos viviendo".
"No vamos a arrancar hasta que no haya algo de dinero y continuaremos con la medida hasta conseguir que el gobernador nos reciba para saber qué alternativas ciertas de financiamiento tiene la empresa", dijo Sanabria.
La semana pasada una comitiva integrada por políticos locales y representantes de los trabajadores se reunió con el presidente de la Cámara de Diputados, Alberto Hammerly, para plantearle la gravedad de la situación y se especula con que mañana los recibiría Reutemann.
La Ciudad
