Carlos Walter Barbarich
Venado Tuerto. - El subsecretario de Salud de la provincia, Ramiro Huber, aceptó formalmente la renuncia presentada por el ex director del hospital provincial Alejandro Gutiérrez, Reynaldo Casco, y puso en funciones a Guillermo Garbino. Casco había renunciado luego de su procesamiento, junto a otros ocho médicos del nosocomio, en una causa por supuestos abortos que allí se practicaban. El juez de instrucción Hugo Perassi lo procesó por encubrimiento agravado y Casco decidió renunciar a su cargo hasta que se aclare su situación procesal. Nueve médicos del Gutiérrez, dos personas que trabajan en una farmacia de esta ciudad, una falsa médica y una joven que se realizó un aborto fueron procesadas por el juez Perassi en una causa por presuntos abortos que se practicaban en el nosocomio. El escándalo derivó en la renuncia de Casco, quien fue reemplazado interinamente por el urólogo Garbino. Aunque no se descarta el regreso del renunciante, si su situación procesal se aclara. El miércoles pasado un centenar de personas apoyaron al ex director mediante una sentada pública en el hall del hospital. Luego un grupo de médicos y auxiliares realizaron un escrache frente a la casa de Perassi para mostrar su disconformidad con el procesamiento. Sin embargo, Casco manifestó que no quería seguir siendo director del nosocomio mientras no se aclarara su situación. Mientras los allegados al médico sostienen que "no se realizaron actos para quitarle la vida a nadie", distinta es la versión del juzgado, según explica su resolución: "Llegan mujeres al hospital con signos claros de abortos provocados a las que se les practica un legrado evacuador para borrar probables rastros, con personal de ese nosocomio. Como los profesionales en el arte de curar no realizan la correspondiente denuncia les cabe la figura de encubridores", se objetó. Por su parte, el jefe de la zona VII de Salud, Alfredo Botta, dijo que Garbino asume al frente del hospital "con todo el apoyo ya que es un prestigioso médico de la región". Sin embargo, Botta también salió en defensa de Casco. "En el hospital público -afirmó- lo único que se realiza es la salvación de vidas". "La causa consta de dos cuerpos y 342 fojas, se tomaron 51 declaraciones, se examinaron 342 historias clínicas y se concretaron medidas, algunas poco habituales, con filmadoras y grabadoras", remarcó el secretario de Perassi, Juan Manuel Blázquez. La investigación judicial derivó en el procesamiento de trece personas y se dictaminó cinco faltas de mérito. Nueve son médicos, dos farmacéuticos, una mujer por ejercicio ilegal de la medicina y otra mujer por aborto propio. En el caso de los profesionales, el procesamiento surge porque pudiendo evitar esas prácticas, o denunciándolas, no lo hicieron por lo que les cabe la figura de encubrimiento agravado ya que se realiza con habitualidad.
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