El fútbol en la crisis

Cambiaron los parámetros, se impone la transformación

Alejandro Cachari

De pronto todo lo pasional pasó vertiginosamente a un segundo plano. Ejercicio que ya debió cumplirse hace unos cuantos años, pero se optó por seguir tirando de la cuerda. De repente, al fútbol lo obligaron a meterse dentro del contexto del país. Fue devaluado. No hay mal que por bien no venga, así era imposible seguir. El tema en cuestión ahora es, como primera medida, comprobar que no es demasiado tarde para lágrimas. ¿Podrá arrancar la actividad en este marco?
Todo parece correr como si nada ocurriera, pero todo indica que todo deberá replantearse en la mesa de negociaciones. Cambiaron los parámetros, se modificaron sustancialmente los márgenes. El fútbol y sus derivados necesitan imperiosamente una refundación para que la crisis no los someta.
El sábado, en el estadio Islas Malvinas de la capital mendocina, Independiente y San Lorenzo abrirán la cabalgata futbolera de todos los veranos. Allí podrá comprobarse que los límites cambiaron, que el paisaje se mimetizó con el del país, que los directivos deberán ponerle, pero en serio, el pecho a las balas; pero fundamentalmente deberán ser una fábrica de recursos e ideas, algo casi impensado para quienes llegan a los clubes obnubilados por los colores del alma. Eso, sólo para enumerar la más sana, o la menos perniciosa, de las plagas que azotan al deporte más popular del país.
Resulta casi irrisorio, y se asemeja a un acto de justicia, pensar en los que se acercaron a las instituciones con la idea de hacerse ricos a partir del desmanejo de la gallina de los huevos de oro. Ladrones, directivos de medio pelo, arribistas, pasionales exacerbados y corruptos en general, abstenerse.
Llegó la hora de reclutar verdaderos conductores de crisis, pilotos de tormentas que le dicen. ¿Quedarán? ¿Será posible distinguirlos en medio de la oscuridad? ¿Serán capaces de domar la crisis?
Dicen que a cada chancho le llega su San Martín, para continuar con cadencia telúrica, importada en este caso. Pues a unos cuantos dirigentes se les agotaron los tiempos. Y a los que hicieron uso y abuso del fútbol también. Al que le quepa el sayo que se lo ponga. Uno de los que seguramente entrará a medida será el de Torneos y Competencias. De mendigo a millonario y de millonario...
La empresa del grupo Avila necesitará, impostergablemente, revisar todos sus contratos. Los clubes ya no podrán mamar de la vaca que les soluciona todos los problemas, o les disimula gran parte de ellos con algún adelanto. Ahora están todos dentro de la misma bolsa, inclusive Futbolistas Argentinos Agremiados, que vaya a saberse para qué lateral sale jugando. La frase anterior pretende incluir a los jugadores, que ya no encontrarán en el fútbol la salvación eterna.
La crisis dejó a todos al desnudo, el fútbol quedó piel y hueso. A pesar de que el circo comenzará con sus funciones el próximo sábado, ya nada será como era entonces.