José María Petunchi Gustavo Conti
Zanjada la cuestión del sueldo que percibirá su preparador físico, Daniel Teglia aceptó después de muchas dilaciones el ofrecimiento de la dirigencia auriazul para continuar como director técnico de Rosario Central hasta diciembre. "Era poca la diferencia y por eso no hubo problemas en arreglar", dijo quien dejó de ser entrenador interino para tomar la total responsabilidad de conducir los destinos del primer equipo canalla, en el contexto más difícil que atraviesa el club de los últimos tiempos.
Teglia atendió a Ovacion en su domicilio de la zona sur de la ciudad y allí desglosó sus objetivos, detalló el arregló económico, dio algunas puntas sobre los posibles refuerzos y quienes continuarán o no en el plantel, planteando un panorama optimista pese a la realidad auriazul.
-¿Cuáles son las cifras exactas del contrato que acordaron?
-Hay una cifra global de entre 12 y 13 mil pesos a repartir con el cuerpo técnico, es decir, Roberto Settecase, Walter Paolella y yo. También hay un acuerdo de productividad en caso de superar los 30 puntos, que es el primer objetivo.
-Hay una reducción salarial de casi el 75% respecto a lo que ganaba Jota Jota López. ¿Eso se debe a la situación del club o a que tenía más chapa que vos?
-No voy a hacer comparaciones. Yo no le iba a hacer una propuesta usurera a Central. A lo mejor son cifras que parecen irrisorias pero no es momento para hacerse millonario. Aunque parezca estúpido, o alguien diga que nos regalamos, al club no se le podía pedir más plata. Estoy orgulloso de trabajar en Central y el dinero, en esta etapa, es secundario.
-No lo tomás como una oportunidad económica sino como un desafío.
-Si tengo capacidad en esto no me voy a morir de hambre. Y le tengo que agradecer a Central de que me abra las puertas. Si pidiera una fortuna es porque desconfío de mi mismo y creería que es la única chance que tengo de zafar. Si el club gana, yo también lo haré y podré hacer otro tipo de pedido económico.
-¿Se extiende el contrato como coordinador de inferiores por un año o firmás uno como técnico de primera?
-Se extiende el contrato, obviamente con unos pesos más. Porque la propuesta directiva es que si las cosas no van bien yo siga al frente de las inferiores. Ahora otro se hará cargo (Hugo Galloni o Miguel Macri), ya que sólo tengo un sólo cargo, el de técnico de primera.
-Ahora sí la responsabilidad es toda tuya, ya no hay excusas.
-Seguro, y soy optimista. El tema de la plata que aceptamos es un reflejo de eso. Lo que quiero es trabajar a full con los jugadores como no lo hicimos hasta ahora, volcarles las ideas y prepararnos para pelear arriba.
-¿No sos demasiado optimista? El club está muy mal, se te fueron Pizzi y Cetto, otros fueron vendidos a empresarios...
-Estamos hablando de la idea que uno tiene, con los refuerzos incluidos.
-¿Y si no llegan?
-Las cosas se complicarían pero tengo el aval del mes de trabajo que tenemos por delante, eso es fundamental.
-Pero si no vienen los refuerzos, ¿el discurso hacia la gente no tiene que ser otro?
-No, el discurso es que tenemos que pelear punto a punto. La situación de Central es incómoda pero no hay que creerse más miserable de lo que uno es. No derrocharemos nada pero ofreceremos lo mejor que tengamos en pos de conseguir esa meta.
-¿La crisis institucional influirá?
-Sí, seguro. Pero nosotros somos concientes de que desde la cancha podemos cambiar las cosas. Si Central anda bien vas a ver como la gente acompaña y el clima enrarecido se apacigua. Vas a ver que el contexto político va a ser otro.
-¿Estás diciendo que lo deportivo puede generar cambios positivos en la situación política? ¿No debería ser al revés?
-Nosotros no somos responsables de lo que pasa en el club pero sí de lo que ocurre en el plantel. Y en esto me meto en la piel del hincha, que quiere un equipo protagonista. Si se lo podemos dar, estoy seguro de que eso repercutirá favorablemente en todo el club.
-¿El promedio será una presión? Si hoy arrancase la temporada siguiente, Central estaría entre los que descenderían.
-Lógicamente que preocupa pero encararemos el problema apuntando a la meta opuesta. El promedio es algo que hay que tener en cuenta porque no se puede improvisar más, ya que no se tiene el colchón de puntos que se tuvo en otros torneos. Ahora tenemos que elegir el diseño de equipo, cómo encarar los partidos y con qué jugadores, que tengan hambre y que estén predispuestos a luchar por lo que se viene.
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La Ciudad
