Año CXXXV
 Nº 49.351
Rosario,
domingo  06 de
enero de 2002
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El mercado de pases y la novela de siempre

El receso del fútbol concede un espacio tentador para conjeturar que se reabre un imaginario mercado de pases, que desde hace varias temporadas, y esta no parece ser la excepción, se ha transformado en el manipuleo de una lista de "ofrecidos" por los poseedores de los derechos federativos de los jugadores a los clubes.
Son ellos quienes determinan cuáles de sus representados ya están para tratar de saltar de la vidriera grande (Boca o River) hacia Europa y quiénes pueden llegar a ocupar esos lugares para prepararse a proyectarse después.
La inactividad hace que suelan contarse largas e insufribles novelas en torno de esas transferencias, casi siempre una danza de unos pocos nombres que sobrevuelan el presunto interés de varios clubes como si se tratara de jugadores indiscutibles, de repente indispensables.
Para no caer de nuevo en fáciles entusiasmos es bueno recordar ahora, cuando resurgen las posibilidades de atractivas transferencias, cuánto se escribió hace muy poco de operaciones que, al final, no se concretaron o si lo hicieron reportaron muy poco jugo.
¿Cuánto se habló de la insistencia de Boca por conseguir los servicios de Jorginho?
¿Cuánto se hizo desear en River la llegada de Lequi?
Hasta se llegó a sugerir en su momento un duelo River-Boca por traer al chileno Escalona (¿?).
Si el Granadero Klimowicz no hubiera sido recién transferido a Alemania, seguramente hoy estaríamos hablando de su inminente llegada a Boca, o a River, como cada vez que se abre el famoso mercado.
Y en qué quedó aquella fiebre de Ramón Díaz por conseguir a toda costa un nueve de área (Klimowicz, el Turu Flores, el paraguayo Cardozo, el Bichi Fuertes...), para poder borrar definitivamente a Cardetti, aunque el salvador no llegó y el Chapulín no tuvo más remedio que ser el goleador de River y del campeonato Apertura.
El pase de Silvera a Independiente fue otra de las novelas del receso anterior. Se concretó, ¿y qué?...
¿Cuántas veces las portadas de los diarios corrieron tras la venta de Riquelme al Barcelona?.
¿Y cuántas veces era un hecho la llegada de Romeo y Romagnoli al fútbol alemán?
Como ese tic tiende a repetirse, es recomendable no hacerse demasiadas ilusiones.
Además, no hay que perder de vista el momento que vive la Argentina. Seguramente, serán más quienes quieran irse a jugar afuera, que los que acepten venir aquí a hacerse problemas, gracias a esas complicadas operaciones que los dirigentes ahora llaman "ingeniería" o "ideas imaginativas", que consisten en incorporar a algún jugador si es que la plata la pone otro.
Los que llegan de afuera lo hacen a regañadientes. Tabárez volverá a ponerse el buzo de técnico en la Argentina "sólo por tratarse de Boca y el Beto Márcico vendrá a ayudarlo "porque voy a trabajar en Boca y con Tabárez".



Riquelme va y viene en un mercado esquizofrénico.
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