Buenos Aires.- A una semana de la muerte de los tres jóvenes baleados a quemarropa por un suboficial retirado de la Policía Federal que custodiaba una estación de servicio, una multitud marchó ayer por las calles del barrio porteño de Floresta en medio de un unánime reclamo de Justicia y un rápido juicio oral para el acusado.
Los manifestantes, cerca de 6.000 según fuentes oficiales, portaron una gran cantidad de banderas, carteles y fotos con las imágenes de las víctimas Maximiliano Tasca, Cristian Gómez, ambos de 25 años y Adrián Matassa, de 23.
La emotiva caravana, precedida por los padres de los jóvenes, partió desde la esquina de Gaona y Bahía Blanca -donde está ubicada la estación de servicio YPF en la que se produjo el triple crimen- en medio de un cerrado aplauso en homenaje a las víctimas.
"Esperamos que el juicio oral y público sea lo mas rápido posible y que esta persona pague su condena en una cárcel sin privilegios", dijo entre llantos Sonia Gómez, la hermana de Cristian, en referencia al único imputado del crimen, el suboficial retirado de la Federal, Juan de Dios Velaztiqui, de 61 años, detenido desde el día del hecho.
Minuto de silencio y cantos
"Considero que la Justicia nos va a apoyar. No creo que vaya a hacer oídos sordos. Los chicos paraban acá desde que se inauguró la estación de servicio, como dijo la empleada del kiosco: eran chicos honestos", señaló Enrique Matassa, padre de Adrián.
Los manifestantes pronunciaron duros cánticos contra la Policía Federal y evitaron pasar por delante de la comisaría 43ª, -donde el suboficial fue alojado durante las primeras horas de su detención-, luego de la represión sufrida el sábado último con gases lacrimógenos y balas de goma por parte de efectivos.
Entre los cánticos se oyeron los clásicos "Yo sabía, yo sabía, a los pibes los mató la Policía", "se va a acabar se va a acabar esa costumbre de matar" y "el que no salta es un botón".
Los manifestantes hicieron un minuto de silencio en Juan B. Justo y Concordia, donde velaron a los chicos, al igual que frente a la estación de servicio, donde iniciaron y concluyeron la marcha. Allí cantaron el Himno Nacional y el unánime grito de "Justicia". Durante el trayecto no se vio ningún uniformado.
"Esto no va a quedar así se los prometo, vamos a seguir luchando con orden, pero nosotros vamos a hacer Justicia", dijo en un breve discurso Omar Tasca, padre de Maxi.
El hecho ocurrió a las 4, cuando los jóvenes tomaban cerveza en el maxikiosco que funciona en la estación de servicio, mientras miraban por televisión imágenes donde manifestantes golpeaban a un policía en Plaza de Mayo, oportunidad en el que uno de ellos habría comentado "es por lo que hicieron la semana pasada" en referencia a la represión policial que precedió la renuncia del ex presidente Fernando de la Rúa.
Según testigos, el custodio, quien vestía uniforme de la Policía Federal, arma reglamentaria y una chapa numérica identificatoria de la Fuerza, dijo "basta", se acercó a los jóvenes y les disparó a sangre fría.
Luego arrojó los cadáveres de Tasca y Gómez -muertos en forma instantánea- a la vereda y puso sobre ellos un cuchillo como para simular un intento de robo.
En la marcha participaron miembros de entidades defensoras de los derechos humanos, el Defensor Adjunto de la Ciudad de Buenos Aires, Gustavo Lesbegueris y el vocero del secretario de Seguridad Interior, Juan José Alvarez, Ernesto Soria Paz quien estimó la presencia de unas 6.000 personas en la marcha.
Velaztiqui está alojado en el penal de Marcos Paz, por orden del juez de instrucción porteño Ricardo Warley, quien lo procesó por homicidio y lo embargó en tres millones de pesos.
El suboficial había sido contratado para hacer servicios adicionales directamente a la comisaría 43ª, cuya plana mayor fue separada del cargo el mismo día del hecho.
Los familiares organizaron para hoy a las 11 una misa en homenaje a los jóvenes que se realizará en la Iglesia de la Candelaria, en Bahía Blanca y Avellaneda.
Los vecinos acordaron movilizarse por el barrio cada 15 días mientras los familiares y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad diseñaron un petitorio para poner en conocimiento del caso a organismos nacionales e internacionales de derechos humanos.(DYN)
La Ciudad
