| | Nuevo plan. Otra jornada cargada de opiniones y reposicionamientos La Iglesia pide consenso en los temas clave de la Argentina
| Resignación, prudencia e incertidumbre generó entre los obispos la irrupción de Eduardo Duhalde como nuevo presidente. Varios de ellos reconocieron que no había otro nombre si se pretendía evitar el paso eleccionario, "tan viable como contraproducente", en la grave coyuntura institucional del país. Algunos incluso se comprometieron personalmente a colaborar en la puesta en práctica de la Doctrina Social de la Iglesia que, según pregonó el propio jefe del Estado al asumir su cargo, será faro y guía de la flamante administración. Por eso no llamó la atención que Duhalde se comunicara telefónicamente con Estanislao Karlic para conseguir la bendición anticipada del titular del Episcopado. Aunque desde la Iglesia se aclaró que "no se le extendió un cheque en blanco" al primer mandatario, sino el apoyo necesario para la edificación de una nueva república. Se admitió, sin embargo, que hubo un guiño para reflotar la idea de concertación nacional concebida en la sede de Cáritas, en las postrimerías del gobierno de Fernando de la Rúa. Los referentes episcopales aseguraron que "están dadas las condiciones para consensuar tres o cuatro políticas de Estado indiscutibles: salud, trabajo, educación y pobreza. Los prelados puntualizan, asimismo, que no alcanza con decir ha llegado el fin del modelo económico o que se sustituye uno por otro, porque entienden que es reducir a su mínima expresión la esencia de la transformación cultural. La sensación de desencanto llevó a Domingo Castagna (Corrientes) a recordar que "no es el momento para los mesianismos políticos u hombres providenciales".
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