Año CXXXV
 Nº 49.350
Rosario,
sábado  05 de
enero de 2002
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cartas
Dramático estallido social

¡Triste panorama argentino! Alguien dijo: El pueblo suele hacer tronar el escarmiento... Los acontecimientos vividos en el país hace pocos días demuestran palmariamente que el hambre, la desocupación y el "corralito" -inédito en el país- impulsaron a las masas populares a manifestar el descrédito hacia una generación política que sólo piensa en sus intereses personales. La Patria es una sola e indisoluble. La exultante manifestación popular de estos últimos días me hace recordar los prolegómenos de la Revolución de Mayo. El pueblo -soberano indiscutido- quiere saber qué se hace con el país. El hambre, la desocupación y la desorientación de 37 millones de argentinos dijo ¡basta!... y reclama el sentimiento de solidaridad que una generación exige. La población pide -nada más- que le garanticen lo necesario para hacer digna la vida cotidiana. Los apetitos de la gente soberbia, insensible y que sólo piensa en su lucro personal deben desaparecer. Un país que ha forjado su grandeza en el esfuerzo de sus inmigrantes y en el dolor de los que dejaron su vida por el éxito de la República debe merecer el reconocimiento de los argentinos nativos que valoran ese esfuerzo trascendente. ¡No todo está perdido! Sólo falta la unidad -en sentimientos y en acción- de los heterogénicos que pueblan nuestra raza. Los políticos y la Justicia están rechazados. Si existe en los "apátridas" un atisbo de moral -cualquiera sea la posición que ocupan- deben hacerse a un lado para que los hombres honrados, probos y de bien sean antorchas de la verdadera expresión del pueblo argentino.
Doctor Roberto L. Toller


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