Estados Unidos exigió al gobierno israelí pruebas de que diez de las víctimas de su política de "asesinatos selectivos" contra militantes palestinos eran efectivamente responsables de actividades terroristas, informa el diario independiente israelí Jediot Ajronot. Las pruebas fueron solicitadas al Ministerio de Asuntos Exteriores, cuyo titular es Shimon Peres, con el objeto de preparar el informe anual sobre el estado de los derechos humanos en el mundo, según el periódico. Entre los casos que plantean dudas en la Secretaría de Estado nortemericana se menciona el de Abu Ali Mustafá, líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), quien fue asesinado en un ataque de helicópteros hace cuatro meses en su oficina de El Bire, localidad del distrito cisjordano de Ramala. Este crimen motivó la represalia del FPLP, que asesinó al ministro de Turismo israelí, lo que motivó una escalada de incursiones violentísimas por parte del ejército hebreo. Las autoridades estadounidenses exigen también una explicación sobre el asesinato de Yamal Mansur, dirigente político del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas) en la ciudad de Hebrón, a 24 kilómetros al sur de Jerusalén. En medios políticos de Israel se considera que pedir pruebas sobre "casos específicos" y no sobre la política de los "asesinatos selectivos" en general, vista en este país como parte del "legítimo derecho de autodefensa contra el terrorismo", es un "cambio positivo" por parte de Estados Unidos.
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