Roldán. - Transcurridos sus primeros 20 días de gestión, el intendente José María Pedretti dio a conocer el complicado estado en el que recibió el municipio. "En la mayoría de los casos -detalló- no había inventario de nada. El sistema de cómputos estaba fuera de funcionamiento y no se podían emitir correctamente las tasas, por lo que toda la operatividad debía hacerse manualmente. Además, los archivos del sistema no tenían relación entre sí, por lo que es posible que se hayan cometido irregularidades que serán difíciles de detectar".
"La administración de (el ex intendente, Roberto) Di Santo dejó una comuna endeudada por muchos años a costa del dinero del pueblo. Pero vamos a separar la deuda legítima de la ilegítima y tanto Di Santo como sus funcionarios deberán responder a la Justicia por las irregularidades", sintetizó Pedretti, mientras que el Concejo pidió una auditoria externa para revisar las anormalidades.
Al tomar el cargo, Pedretti se encontró con que en el depósito había computadoras rotas, papeles totalmente desordenados y tirados y faltaban los archivos con la información de los últimos años. "El sector de hacienda y finanzas era un caos y en Acción Social tampoco se encontró documentación, como si en 10 años no se hubiera hecho nada", puntualizó.
El intendente se quejó de que en el área de finanzas "falta información de todo tipo" y de que las rendiciones de caja fueron hechas "a mano, con garabatos y sin los sellos correspondientes". Además denunció que, "a simple vista", entre el 8 y 9 de este mes se retiraron "más de 20 mil pesos de la Secretaría de Hacienda (que estaba a cargo de la contadora Marcela Dineno) que no están justificados". Cuando llegó a la Intendencia el escribano constató que había "sólo 20 pesos en la caja".
Siguiendo con su descripción, Pedretti señalo que "la destrucción del parque automotor fue total" y calificó al obrador municipal como "un cementerio de chatarras en el que ni siquiera dejaron herramientas elementales como escobillones, palas y horquillas, ni materiales para el mantenimiento de los servicios mínimos: sólo quedó un camión regador".
Entre las sorpresas heredadas, Pedretti destacó que en la Secretaría de Defensa al Consumidor, a cargo de un hijo de Di Santo (Roberto Miguel), no se encontraron registros de actividades. También se desilusionó con la promocionada Universidad de la Tercera Edad. "Es una gran mentira -dijo-, ni siquiera tiene reconocimiento ministerial. De allí también se llevaron computadoras aparentemente a la casa de una ex funcionaria, que también habría recibido un subsidio de 11 mil pesos, pero no hay registros".
Más irregularidades
Más irregularidades encontró en el Tribunal de Faltas, en cuanto a nombramientos de jueces y a la emisión de los carnés de conductor, que se cobraban a 50 pesos "sin comprobantes de caja". En este sentido, dijo que la gente "era estafada, porque el dinero no ingresaba a la Municipalidad y estas personas figuran como deudores".
"Nefasto" fue el calificativo para el sistema de compras. "Había órdenes por duplicado sin numeración correlativa y cualquiera tenía talonario. A esto se agrega la astronómica deuda a los proveedores -se sospecha ilegítima en gran parte- y los cheques sin fondo. Muchos de los que figuran como acreedores en realidad hicieron negocios no muy claros con el municipio". Las deudas están siendo revisadas para analizar alternativas de pago. Algunas derivan del uso de celulares por unos 380 pesos mensuales.