El varón parece ser una raza en vías de extinción, que en los próximos años se volverá obsoleta en el plano social y biológico. La alarma sobre el sexo fuerte la lanzaron algunos estudiosos reunidos en Viena, para el primer congreso mundial sobre la salud masculina, para quienes las mujeres pronto no tendrán necesidad del otro sexo. La probeta, los bancos de espermatozoides y los métodos cada vez más modernos para la fecundación asistida están sustrayendo al hombre el papel de indispensable pareja sexual, dicen los expertos. Y las cosas no están mejor dentro de la familia y la estructura social: "¿El hombre seguirá siendo necesario?", se preguntan. Siegfried Meryn, profesor del Instituto para la Educación Médica de la capital austríaca, y Alejandro Jadad, de la Universidad de Toronto, anticiparon sus preocupaciones en el semanario científico British Medical Journal. Para el hombre, la única esperanza es que las mujeres hagan suyas esas características esencialmente negativas que llevaron al hombre al camino de la extinción. "En los últimos años -escribieron- hubo un neto aumento de los desórdenes psicosociales en los varones": beben más alcohol, toman más droga, sufren de depresión más que las mujeres. Sin hablar de las 30 guerras que inflamaron al mundo, "en su mayor parte causadas, combatidas y agravadas por los hombres". La lista de males del hombre es larguísima: no se circunscribe a la menor utilidad sexual y a los problemas psicológicos. Respecto de la mujer, subrayan Meryn y Jadad, el hombre tiene más probabilidades de morir de las 12 principales causas de deceso que van desde el cáncer al suicidio, un ataque cardíaco o los accidentes automovilísticos. Pese a esto, aunque la mujer está físicamente más predispuesta a algunas enfermedades, debe ocuparse de la familia y de la casa y recibe menos retribuciones cuando trabaja. Mientras tanto, en el trabajo la mujer está superando al hombre: "Sabe hacer todo lo que sabe hacer el hombre -escriben los dos profesores- y generalmente lo hacen mejor". (Ansa)
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