 |  | El asesino de Floresta no estaba alcoholizado Una pericia determinó que el ex policía Juan Velaztiqui actuó con conciencia al matar a tres jóvenes
 | Buenos Aires.- El policía retirado preso por asesinar a tiros a tres muchachos en una estación de servicio del barrio porteño de Floresta no estaba alcoholizado cuando efectuó los disparos, mientras que un amigo de las víctimas y testigo clave del caso aún no se presentó a declarar ante el juez que investiga el caso. "Segundos antes de matar a balazos a Maximiliano Tasca, Adrián Matassa y Cristian Gómez, el policía retirado Juan Velaztiqui estaba tomando café, y un estudio de alcoholemia que le practicaron en el momento de su detención dio negativo, es decir que el acusado no estaba alcoholizado", dijo una fuente judicial. El domingo pasado, tras negarse a declarar ante el juez de instrucción porteño Ricardo Warley, el policía retirado fue procesado con prisión preventiva por el delito de homicidio en tres oportunidades y le embargaron los bienes en tres millones de pesos. Tras la indagatoria que se realizó en los Tribunales porteños y de la que participó el juez, el secretario del juzgado 25 y el fiscal Luis María Bunge Campos, Velaztiqui -que fue asistido por un defensor oficial- fue trasladado a la cárcel de Marcos Paz. Las fuentes destacaron que "desde el momento del crimen al dictado del procesamiento con prisión preventiva pasaron 36 horas, un tiempo récord para la Justicia". Velaztiqui, de 61 años, permanece detenido desde el sábado último acusado de asesinar a Tasca y Gómez, ambos de 25 años, y a Matassa, de 23, en un quiosco de una estación de servicio ubicada en Gaona y Bahía Blanca, del barrio de Floresta. La encargada del quiosco y testigo clave del caso dijo en declaraciones periodísticas que "Velaztiqui plantó un cuchillo al lado de uno de los cadáveres como para hacer creer que los chicos habían intentado asaltarlo". Un informe preliminar y los testigos indican que "todos los muchachos recibieron un disparo, pero en el caso de Gómez pudieron ser dos, lo que se ratificará con peritajes balísticos". La quiosquera dijo también que "los muchachos fueron ejecutados y dos de ellos baleados a boca de jarro". La investigación determinó que, tras balear a los muchachos, el policía retirado arrastró los cuerpos y los tiró en la calle. También se determinó que hizo un llamado desde un teléfono público y se presume que el destino fue el Comando Radioeléctrico de la Policía Federal, algo que aún es cotejado por peritos en comunicaciones. "El policía retirado no declaró, pero presumimos, aunque aún no lo establecimos, que, en el llamado al Comando, el acusado dijo algo como para justificar lo que había hecho", contaron fuentes judiciales. (Télam)
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