El Loco de la Escopeta volvió a atacar. A menos de una semana de su última aparición, el desconocido que mantiene en vilo y al borde del ataque de nervios a la cúpula de la policía rosarina disparó esta vez contra un ómnibus de larga distancia y por fortuna no causó heridos, aunque sí destrozos en dos ventanillas del micro.
El día de Navidad, el francotirador atacó a un trolebús de la línea K en barrio Belgrano y lastimó a una chica de 16 años que integraba el pasaje. Al parecer escogió especialmente los días de irrupción para arruinarle las fiestas de fin de Año a más de un comisario. A más de un investigador le llamó la atención que haya decidido salir a la calle inmediatamente después de los momentos de tensión que se vivieron por los saqueos y con la policía recargada de servicios.
Ahora fue en vísperas de Año Nuevo. El lunes 31 de diciembre, cerca de las 20.30, el blanco elegido fue un colectivo de la empresa Central Argentino que cubría el servicio entre Rosario y San Jorge. El micro había salido de la Terminal Mariano Moreno y circulaba por la avenida Eva Perón al 5000, a la altura del complejo de cines Village, cuando de pronto se escuchó una explosión y el estallido de los vidrios de una ventanilla.
Restos de municiones
El colectivo, que estaba al mando de Roberto Roccia, de 54 años, se desplazaba hacia el oeste cuando fue alcanzado por una perdigonada que le destrozó la segunda ventanilla del flanco izquierdo, es decir detrás del conductor. Según una fuente policial, en ese momento viajaban pocos pasajeros y en el lugar afectado no había personas cerca.
Según un vocero de la investigación el colectivero no se detuvo y continuó viaje hasta que llegó al cruce de Eva Perón y Circunvalación, donde denunció el caso a una patrulla del Comando Radioeléctrico. Los peritos de la policía secuestraron restos de municiones y un taco de escopeta que serían calibre 16. Según las primeras pericias el disparo se habría producido en sentido izquierda-derecha y casi perpendicular al ómnibus.
Tal como sucedió en otras oportunidades, el tirador atacó a su objetivo desde un vehículo en movimiento. La hipótesis más fuerte en torno a este último caso es que el disparo se haya efectuado desde un rodado que circulaba por el mismo carril del ómnibus. Eso fue lo que relató una mujer que viajaba en el Central Argentino. La testigo le contó a la policía que en el momento de producirse el estallido de la ventanilla el micro era superado por una camioneta blanca con caja de madera.
Los investigadores sospechan que desde ese rodado pudo partir el escopetazo. La versión se contradice con la que había trascendido cuando se produjo el ataque de Navidad. En aquella ocasión, un testigo le dijo a la policía que un camión Mercedes Benz 680 color rojo había pasado justo delante del trole en el instante en que se produjo el disparo.
La policía redobló la vigilancia en lo que se considera que fue la última "galería de tiro", es decir las calles Mendoza, Córdoba y Eva Perón.