Nueva Delhi/Islamabad. - Pakistán dejó en claro ayer que quería la paz con India pero que estaba preocupado por el creciente despliegue militar de su vecino. "Toda persona en su sano juicio rechazaría la opción militar. Espero que no lleguemos a ese extremo", dijo ayer el presidente paquistaní, general Pervez Musharraf. Del otro lado de la frontera, el gobierno indio obtuvo un amplio respaldo político para una acción militar al tiempo que varios funcionarios de Defensa en Nueva Delhi denunciaron que tropas paquistaníes dispararon balas trazadoras y morteros en la frontera que divide a los vecinos nucleares en el Estado de Jammu y Cachemira. "Las tropas paquistaníes dispararon balas trazadoras contra posiciones indias en varios puntos de la frontera internacional de la región de Jammu", aseguró un funcionario de alto rango, quien agregó que la intención fue incendiar instalaciones indias de defensa y civiles. El funcionario manifestó que las tropas paquistaníes también dispararon artillería pesada contra posiciones indias, terminando con la relativa paz que se observó en los últimos días. Ambos países desplegaron tropas y armas a lo largo de su frontera tras aumentar considerablemente las tensiones entre ambos países como consecuencia del atentado en el Parlamento indio a principios de mes, al cual Nueva Delhi culpa a dos grupos militantes con sede en Pakistán. Nueva Delhi dice que no quiere una guerra con su vecino pero no descartó una acción militar si Pakistán no logra eliminar a los dos grupos. El presidente Pervez Musharraf dijo que, mientras Pakistán buscaba la paz, sus tropas ya estaban preparadas para la guerra. "Me dirijo al pueblo de la India y le digo que Pakistán aboga por la paz. Pakistán quiere disminuir las tensiones. Pakistán quiere disminuir la escalada militar. Permitamos que la relación entre India y Pakistán se encamine hacia la paz y la armonía", dijo Musharraf. "Sin embargo, Pakistán tomó medidas defensivas. Si se declara una guerra contra Pakistán, las fuerzas armadas y los 140 millones de habitantes paquistaníes están plenamente preparados para enfrentar las consecuencias con todo su poderío". Los dos rivales nucleares están desplegando efectivos a lo largo de la frontera. Este es la mayor concentración de tropas en casi 15 años, como consecuencia del sangriento atentado en el Parlamento indio del cual Nueva Delhi culpa a dos grupos militantes con sede en Pakistán. Previamente, India expresó que también quería la paz para evitar la guerra aunque su gobierno no lo descartó por completo. El gobierno indio obtuvo ayer el respaldo de los grupos políticos para un enfrentamiento armado contra Pakistán. "Nadie en el gobierno o la oposición quiere una guerra. Ninguno de nosotros queremos ir a una guerra. Ninguna persona en su sano juicio desea una guerra. Pero si nos atacan, los enfrentaremos unidos", afirmó el ministro de Asuntos Parlamentarios, Pramod Mahajan. El primer ministro Atal Behari Vajpayee, quien lucha por evitar la confrontación, instó a la reunión de todos los partidos a buscar apoyo no partidario para las acciones del gobierno y de aplacar a los críticos que lo acusan de no realizar las necesarias consultas. El ministro indio del Interior, L.K. Advani, tratando de poner paños fríos a las tensiones entre ambos países subrayó nuevamente que la lucha de su país no es contra Pakistán sino contra los grupos terroristas de ese país que actúan contra intereses indios. Pakistán "debe asegurarnos con firmeza, a nosotros y a la comunidad internacional, que va a dejar de ayudar y de encubrir el terrorismo", afirmó el ministro indio. "Nuestra auténtica lucha no es contra Pakistán sino contra el terrorismo y contra quienes lo apoyan", añadió Advani. (Reuters y DPA)
|  Un soldado indio se moviliza, está en pie de guerra. |  | Ampliar Foto |  |  |
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