 |  | cartas Hecho histórico en Salta y Moreno
 | Eran las 11 de la noche y en Rosario hacía calor. Pocos instantes antes había terminado el discurso de Fernando de la Rúa y Coca, una más entre los argentinos que lo escuchó, apagó el televisor con bronca. Mientras se disponía a tomar su habitual medicación, comenzó a escuchar "música" que provenía de todas direcciones: se trataba del cacerolazo. Coca bajó a la calle y se encontró con cientos de vecinos que empezaban a llegar, espontáneamente, con cacerolas, sartenes y silbatos. Simbólicamente mostraban un repudio hacia una política que debía acabar. En minutos en la esquina de Salta y Moreno se triplicó la cantidad de improvisados manifestantes. Con la alegría reflejada en su rostro Coca se sumó golpeando una cacerola e improvisando cánticos junto a la multitud. A sus 65 años sabía que la historia también la hace la gente, sin violencia. Dentro de algunos años, la historia contará que los cacerolazos sin violencia sirvieron para echar del gobierno, por incapacidad y soberbia, a quienes ocupaban esos puestos. Daniel Marocco
| |
|
|
|
|
 |
Diario La Capital todos los derechos reservados
|
|
|