Los inversores consternados por la caída internacional de los mercados accionarios descubrieron a un genio en una botella: un envase de perfume vacío. Lo que una vez fue el campo de los coleccionistas nostálgicos, el mercado de botellas antiguas de perfume, ha florecido, llevando los precios a niveles estratosféricos y atrayendo a una creciente cantidad de especuladores con olfato para las ganancias dulces.
Para muestra de los precios astronómicos que pueden alcanzar los perfumes basta advertir lo informado por la firma de cosméticos Art & Fragances: la empresa indicó que su subasta de noviembre en Ginebra superó los 650 mil dólares. Una botella de Far West Bouquet de Guerlain, diseñada en 1876 para el centenario de la Declaración de la Independencia de Estados Unidos, se vendió por 103.000 dólares. El envase, en este caso, estaba lleno de perfume.
"Hay gente que viene y que no tiene conocimiento pero se siente cómoda (invirtiendo) porque un artículo alcanzó un récord en una subasta", dijo el empresario y experto estadounidense en perfumes, Ken Leach, durante una feria de coleccionistas en París. "Pero mayormente es emoción, hay recuerdos de la infancia, hay algo que lo inspira a uno a coleccionar", agregó.
Leach se considera como un detective que sigue la pista de las fragancias que el tiempo olvidó. Durante los últimos 20 años, sintió el aroma de más de 16.000 fragancias antiguas, desde botellas pasadas de moda hasta clásicos Art Deco. Su sofisticado catálogo "Presentación de Perfumes: 100 Años de Artesanía", es la biblia de la industria.
Remate de botellas
Esos libros de referencia no existían cuando Francia presentó al mundo el primer remate de botellas de perfume en 1986, desatando un frenesí que disparó los precios de las creaciones del diseñador francés de cristales René Lalique por las nubes.
Los expertos dicen que el mercado parisino de las botellas de perfume, el más firme del mundo, maduró gracias a los estudios y a las cada vez más habituales subastas públicas.
"Lo que vemos en este momento es la institucionalización de precios y colecciones. La gente compra al precio convenido", dijo Jean-Marie Martin-Hattemberg, experta francesa en el arte y la historia del perfume.
Mientras los consumidores aprenden a detectar cuáles son los mejores artículos, los precios tope en las subastas se estabilizan por debajo de los 27.000 dólares. Las estrellas de los perfumes incluyen a marcas como Guerlain, Babani y Elsa Schiaparelli. Entre los diseñadores de cristales, Lalique sigue siendo el favorito, junto con Baccarat, Julien Viard y Lucien Gaillard.
En la subasta más reciente de la casa Drouot que tuvo lugar en noviembre, el artículo más popular fue una peculiar botella de 1912 diseñada por Lalique, la cual se vendió por 136.000 francos, es decir, 18.267 dólares. Los precios en el exterior, sin embargo, pueden ser cinco veces más elevados.
En París, la capital mundial del perfume, los expertos no están muy de acuerdo con que la industria del perfume sea sumamente redituable en los mercados externos y ven los precios altos como una señal certera de especulaciones inexactas. "Los verdaderos coleccionistas no son inversores. Si alguien escucha sumas fabulosas, se está hablando más de un fenómeno inversor", dijo Martin-Hattemberg. "No hay competencia. El verdadero mercado está en París, no en Ginebra". (Reuters)