Los parroquianos del bar Casimiro, de San Luis y Suipacha, nunca imaginaron que los tres hombres que bebían en una de las mesitas de la vereda eran, en realidad, asaltantes armados a punto de dar un exitoso golpe. Pero eso fue lo que ocurrió alrededor de las 5.30 de ayer, cuando los ladrones abandonaron la mesa, exhibieron dos pistolas, realizaron un intimidatorio disparo que perforó el piso y se alzaron con 1200 pesos de la recaudación y los equipos de música del local. Luego despojaron a los clientes de sus objetos de valor y escaparon en el auto de uno de ellos, que dejaron abandonado en la zona sur. El robo se produjo alrededor de las 5.30 de ayer en el bar Casimiro, ubicado en la ochava suroeste de la esquina de San Luis y Suipacha. Quedaban unos cuatro clientes en el bar cuando los empleados comenzaron a retirar las mesas y sillas ubicadas en la vereda y a bajar las persianas, con intenciones de cerrar. Entonces, tres hombres que estaban sentados en una mesa junto a la calle decidieron no perder más tiempo. Los falsos clientes se levantaron e irrumpieron rápidamente en el interior del local exhibiendo dos armas de fuego. Apenas entraron, y sin otro motivo que dejar en claro sus intenciones, realizaron un disparo que dejó un agujero en el piso de madera del bar. Acto seguido se apropiaron de 1200 pesos de la recaudación, dos compacteras y un amplificador, además de 50 pesos y una radio que le sustrajeron al encargado del local, Elías Adjadj. Luego despojaron a los clientes de toda su documentación y sus teléfonos celulares. A uno de ellos, Mauro Mocita, de 30 años, también le robaron el auto, un Fiat Spazio dominio TGG232 en el cual se dieron a la fuga. Poco después, el vehículo fue hallado por policías de la comisaría 11ª en Acceso Sur y Ayacucho, donde los delincuentes lo habían dejado abandonado. El encargado del bar denunció el robo en la comisaría 6ª. Hasta ayer los autores del hecho no habían sido individualizados.
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