El presidente Adolfo Rodríguez Saá mantuvo ayer un diálogo telefónico con su par de los Estados Unidos, George W. Bush, quien enfatizó la necesidad de que la Argentina trabaje en forma estrecha con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras entidades financieras multilaterales para desarrollar "un plan económico sostenible", según aseveraron voceros de la Casa Blanca.
"Bush enfatizó la necesidad de que el gobierno argentino desarrolle un plan económico sostenible y trabaje estrechamente con el FMI y otras instituciones financieras internacionales para hacerlo", dijo a la prensa Scott McClellan, portavoz de la Casa Blanca, en Crawford, Texas, donde Bush pasa sus vacaciones.
McClellan dijo que Bush respondió a un llamado telefónico que le había hecho el presidente de Argentina "hace unos días".
El diálogo telefónico con Bush se mantuvo poco antes de que el gabinete ofreciera su renuncia a Rodríguez Saá, tras las violentas protestas que tuvieron lugar en la madrugada de ayer frente a la Casa de Gobierno y el Congreso de la Nación, en contra de la política económica del nuevo gobierno y en particular para enfrentar la continuidad de las restricciones a la extracción de las colocaciones bancarias.
A partir de su arribo al gobierno Rodríguez Saá al gobierno se preocupó en aclarar que el gobierno suspendía el pago de la deuda externa pero no desconocía sus compromisos, y a partir de allí se lanzaron señales al FMI y al gobierno norteamericano para intentar acercar posiciones.
El gesto más importante se consumó el jueves, cuando la Tesorería da la Nación afrontó un desembolso de 17 millones de la deuda que mantiene con el FMI. Y un día después el gobierno levantó un vencimiento por 450 millones de Letras del Tesoro (Letes). Aunque el pago al Fondo fue de un importe simbólico, en ámbitos financieros se lo destacó como parte de una estrategia destinada a tender un puente hacia el organismo multilateral.
Fuentes oficiales consignaron que evitar los pagos al FMI hubiera impedido iniciar una reprogramación de la deuda con los acreedores privados. El único país en la historia que incumplió con el ente multilateral fue Camboya, cuando estaba inmersa en una cruenta guerra civil. Tras el desembolso para el fondo, se espera que el gobierno siga el mismo camino con un vencimiento de 68 millones de dólares del BID.
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La Ciudad
