La incertidumbre que desataron las medidas económicas adoptadas por el actual equipo económico hicieron que los agentes económicos se agolparan en las casas de cambio en busca de la divisa estadounidense en busca de un refugio seguro.
En nuestra ciudad y con brechas bien abiertas la cotización del dólar paralelo se ubicaba en torno de 1,20 para la compra y 1,40 para la venta, mientras que sobre Capital Federal esta brecha se acortaba aunque los precios no eran muy diferentes.
El gobierno cree dominar al mercado, cuando en verdad el mercado termina dominando al gobierno. El control de cambio y el feriado cambiario no hicieron más que alentar las compras de divisas en el mercado paralelo y desatar la tendencia alcista de un bien que resulta escaso a la luz de las señales que está mostrando este gobierno.
El riesgo país quedó en el olvido y resulta lógico en el marco de un país que ha suspendido los pagos de la deuda externa y no recibe crédito alguno. La unidad de medida de las empresas en los últimos 11 años ha sido el dólar, y todos quieren seguir con esta medición, por ende el encarecimiento de la divisa hace que muchos emprendedores trasladen al costo estos incrementos.
Hay muchos productos que están realizados con insumos importados. El feriado cambiario traba el ingreso de estos insumos porque no se liquidan divisas. Así, el desabastecimiento ya alcanza a determinadas ramas de actividad que sólo consiguen insumos si se abonan con dólar billete.
Este escenario está haciendo que los plazos de pagos se acorten abruptamente en la cadena, y que los cheques rechazados estén marcando un nuevo record para el mes de diciembre.
El nuevo gobierno aplicó una política de incertidumbre extrema, ya que ni siquiera ellos mismos saben que van a realizar. En la semana se habló de una emisión de una nueva moneda, denominada argentinos, por 15.000 millones de dólares, con garantía de un bono que tenía como colateral bienes públicos. El día viernes su mentor era echado del gobierno pasando 48 horas en el cargo de presidente del Banco Nación sin pena ni gloria. En rigor, su propuesta era una obra maestra del terror que aún no suspendió el estreno.
Escribir una nota sobre lo que puede suceder es muy difícil, ya que este presidente no sabe que hacer, o al menos resulta difícil conocer el rumbo que puede tomar.
Cuenta con un pobre equipo de colaboradores, en muchos casos de escaso profesionalismo y con un pasado que los condena. Con estos antecedentes es muy difícil esperar algo positivo. Sin embargo, la vida da sorpresas, ya que desde el exterior llegaron cartas de adhesión muy importantes. Sin embargo, en ninguna de ellas se solidarizan con las medidas adoptadas y en muchos casos solicitan que se tomen medidas diametralmente a las que se estarían preparando.
En verdad el mercado espera cosas más concretas del actual equipo de gobierno, en primer lugar desea que se vaya en el menor tiempo posible, que se adelanten elecciones y entrega del mandato, lo cual sería un dato muy positivo.
En segundo lugar que se libere el mercado cambiario y que se de por finalizado el feriado cambiario, no hacer es peor que liberar, y si por liberar se deben tomar medidas extremas, lo mejor seria llevarlas adelante ahora con este equipo de gobierno que en 60 días abandonará la Casa Rosada.
En tercer lugar resulta imperioso realizar un duro ajuste en el gasto público, ya que la recaudación se derrite al calor del verano, y el déficit podría resultar explosivo si se financia con bonos, argentinos u otros papeles pintados al efecto.
En resumen este gobierno debe realizar el ajuste financiero, cambiario y fiscal que no hizo Fernando de la Rúa, y que no podrá realizar el nuevo presidente, ya que sería un grave error asumir y tomar medidas que atenten contra su popularidad y la posibilidad de recrear un escenario de certidumbre a futuro.
Las actuales autoridades nacionales asumieron por 90 días, y pretenden tomar medidas estructurales que condicionan los próximos años de la vida política y económica argentina. Daría la impresión que la sociedad no está tolerando esta situación, ya que se siente una vez más engañada por las autoridades legislativas que borran con el codo lo que escriben con la mano. Este debe ser el gobierno del ajuste, no el gobierno de los amigos.
Condiciones precarias
Finaliza el año 2001 en condiciones económicas mucho más precarias que en su inicio, comenzamos con el sueño del blindaje -"qué lindo es dar buenas noticias" dijo el ex presidente Fernando de la Rúa- luego despedimos a Machinea, arriba López Murphy que en un abrir y cerrar de ojos tuvo que abandonar el barco ya que era muy realista para una administración que soñaba con los milagros. A éste le sucedió Domingo Felipe Cavallo, el hombre que dilapidó todo su crédito público en 9 meses de gestión con cinco planes económicos, entrometiéndose en el Banco Central de la República Argentina, modificando la convertibilidad y aplicando mayor presión tributaria a una economía que estaba moribunda.
El 2002 no parece ser un año muy proclive a traernos satisfacciones, el verano será muy caliente y ya muchos empresarios suspendieron sus vacaciones por la incertidumbre reinante, y muchos no la tendrán por los bolsillos vacíos.
Hay que esperar que la racionalidad prime de cara al futuro, y que de una vez por todas se trabaje para la gente, sin pactar con las corporaciones.