Vernet no tiene "problema" en abandonar la Cancillería

Gran parte del arco político argentino (la UCR brilló por su mutismo) acusó ayer el impacto del enérgico cacerolazo que sorprendió a Adolfo Rodríguez Saá a menos de una semana de asumir el poder. Estas fueron las principales reacciones:
* El canciller José María Vernet reconoció que luego del primer cacerolazo contra el gobierno peronista es "muy especial" la situación del país. Además, dijo no tener "ningún problema" en dejar su cargo, pero sin que eso signifique "dar un paso al costado al descrédito".
* El ministro de Trabajo, Oraldo Britos, también aseguró que no tiene el propósito de aferrarse a su cargo, y admitió la necesidad de escuchar "lo que dice la gente", que "generalmente no se equivoca".
* El secretario de Salud, Víctor Félix Reviglio, desmintió "categóricamente" que Matilde Menéndez vaya a ser la titular del Pami. Además, atribuyó los graves incidentes registrados en la madrugada de ayer al "folclore de la interna" justicialista.
* El gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner (PJ), pidió al presidente una urgente "renovación" de algunos integrantes de su gabinete.
* La diputada Elisa Carrió (ARI) no anduvo con medias tintas: sostuvo que los argentinos ya no se resignan pensando que los dirigentes "roban pero hacen", sino que exigen un profundo cambio de la Justicia y un "nuevo orden moral" en el país.
* El dirigente del ARI, Alfredo Bravo, celebró el contundente cacerolazo y aseguró que parte de la ciudadanía ya intuye que el nuevo gobierno es sólo es un "retoque o maquillaje" y no un cambio profundo como la gente lo "está pidiendo".
* El ex senador peronista Antonio Cafiero mantuvo una posición cautelosa y confió en que el gobierno podrá "sortear" las críticas provenientes de la sociedad.
* El administrador de la Dirección General de Aduanas, Mario Das Neves, sostuvo que "los cacerolazos deberían estar orientados a la Justicia, porque ahí es donde está fallando el sistema".
* El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Bergoglio, alabó la actitud "madura" del pueblo al manifestarse en forma "contundente". También criticó la actitud de "algunos" que empañaron la protesta de una "mayoría pacífica".