La crisis. El intendente rosarino instó a la población a no abandonar los reclamos

Binner: "Es una barbaridad llamar a elecciones en marzo"

El líder socialista aclaró que es su opinión personal y que el PSP recién se pronunciará a principios de enero

Walter Palena

El intendente Hermes Binner opinó ayer que "es una barbaridad llamar a elecciones" el 3 de marzo y consideró que la multitud que salió a las calles con sus cacerolas no está reclamando comicios para elegir un nuevo presidente, sino que clama para que la dirigencia le resuelva los problemas más urgentes: trabajo, pan y mejor calidad institucional para enfrentar el desmadre social y político en que está sumida la Argentina.
Binner aclaró a La Capital que su posición negativa a la convocatoria para las elecciones presidenciales es "muy personal" y que no responde a un pronunciamiento orgánico del Partido Socialista Popular (PSP). En ese sentido, el intendente de Rosario explicó que la resolución final será adoptada por las autoridades partidarias en una reunión que, en principio, se llevaría a cabo durante la primera semana de enero.
En ese cónclave del comité nacional, el PSP deberá resolver qué postura adoptará frente a los comicios del 3 de marzo que fijó la Asamblea Legislativa cuando ungió como presidente interino a Adolfo Rodríguez Saá. En caso de participar en las elecciones, los socialistas deberán decidir si concurren con candidatos propios o si integran una alianza con otras fuerzas opositoras al peronismo.
Pero Binner, a título personal, ya dio una señal contundente: "Hablar de candidaturas es una barbaridad. La gente no salió a las calles a pedir elecciones; lo hizo para reclamar que le solucionen sus problemas más urgentes: comida, trabajo y mayor transparencia de la democracia".
Binner mostró su "honda preocupación" por la agitación social imperante, pero evaluó como "esperanzador" el hecho de que la población se vuelque masiva y pacíficamente a las calles para expresar su descontento con los recurrentes cacerolazos, que primero precipitaron la caída de Fernando de la Rúa y que ahora pusieron en jaque a la flamante gestión que encabeza Rodríguez Saá.
"Que esta fuerza de los cacerolazos no se apague", enfatizó Binner, aunque consideró que, para que tengan mayor peso social, los reclamos de la gente tienen que encontrar un cauce de organización institucional: "Hay que construir una base de consenso y de diálogo, una alternativa política que le devuelva los derechos a la población. No es una tarea imposible, sobre todo si se tiene en cuenta la enorme riqueza de la Argentina".
Binner no admitió ni desmintió el rumor de que el gobernador santacruceño Néstor Kirchner lo habría sondeado para compartir una fórmula. "Puede haber versiones, pero la única versión importante es lo que uno está dispuesto a hacer", dijo en tono ambiguo, y reiteró: "Hablar ahora de candidaturas es una barbaridad".

La gente no salió a la calle a pedir elecciones, dijo Binner.