cartas

"Nuestra" parroquia Cristo Rey

Si bien digo "nuestra" parroquia, es de todos los que queremos acercarnos a Dios orando frente al sagrario. En el colegio Stella Maris estudiaron mis hijos. En su capilla se hizo la misa de despedida a mi hija cuando falleció. Le faltaban algunos días para su primera comunión. Uno de mis consuelos fue haber podido conocer en diversas oportunidades los frutos de su formación y de lo bien preparada que estaba. Cuando un mes más tarde murió en un accidente de auto agradecí a Dios, en el medio de mi profundo dolor, el regalo que supuso haberme permitido vivir ese momento y otros en los cuales ella había optado por El. También en este templo se casó mi hijo, se bautizaron mis nietas y nosotros renovamos muchas veces los votos de nuestros cuarenta y cuatro años de casados. En todo ese tiempo y desde que se construyó, los límites y la población de nuestra parroquia fueron creciendo notablemente. Aumentó la cantidad de gente mayor que no puede permanecer de pie durante los actos litúrgicos, al igual que los adolescentes que se ven obligados a sentarse en el suelo. También el edificio tiene que crecer, gracias a Dios, porque la comunidad practicante y el resto de casi todo Fisherton está de acuerdo en esto. Queremos orar abrazados en ella, como la abrazamos algunos de nosotros para que no se tirara abajo. Nuestro señor obispo y nuestro párroco como buenos pastores nos han ayudado con su ejemplo para que esto sea posible consensuando opiniones. En estos
momentos trágicos de nuestro país, es necesario estar unidos
y rescatar los verdaderos valores. Es inadmisible poner trabas a ello.
DNI 3.696.308